Prácticamente las cartas están echadas. Ya hay varias certezas y sólo algunas pocas incógnitas en la elección de este año: la contienda se provincializó, Sergio Uñac buscará reelegir sin dejar de relojear el escenario nacional y los rivales a vencer son el intendente santaluceño Marcelo Orrego (aunque aún muy lejos en imagen e intención de voto) y la diferencia que el pocitano obtenga de su segundo, algo fundamental para sus apetencias en el plano nacional. El resto, es verso. Más abajo en nivel de preponderancia y arrancando el análisis por el lado del oficialismo, será clave saber qué pasará entre Uñac y José Luis Gioja. Desde afuera se ve que Gioja la juega de líbero sin preocupaciones ni presiones de gestión y Uñac, por su parte, prefiere evitar que los medios nacionales digan que él no pudo dominar al viejo cacique. A pesar de tener esos escenarios distintos, ambos hacen esfuerzos sobrehumanos para acordar y no sacar la pelea a la calle, como ya ocurrió, por ejemplo, en el peronismo de Tucumán o La Rioja. Por el lado de la oposición las cosas son bastante más complicadas, para qué andar con vueltas: Orrego pinta para buen candidato, pero no tiene frente electoral, recursos, tampoco alineación nacional y su generación de votos se circunscribe a unos cómodos y poco dirigentes que le dicen que van a trabajar para su postulación. Cómo será su escenario de complejo, que la anunciada precandidatura nació con plan B: una diputación nacional. Como desde hace muchos años, el "no peronismo" sanjuanino no logra hacer sombra y todo apunta, incluso luego del anuncio del jefe comunal, a que será otra elección histórica para el PJ.

 


La batalla electoral siempre es algo interesante de desenmarañar. Cambiemos intentará decirle a los votantes que no es Cambiemos y el uñaquismo hará todo lo posible para que fracasen en esa estrategia. No es capricho de ninguno, ya que el apoyo a Mauricio Macri en San Juan es uno de los más bajos del país, dicen los que manejan encuestas. Ya ni a Roberto Basualdo se lo escucha defendiendo los trapos amarillos, que cada vez son menos. Hoy tiene más impacto en ciertos sectores de la opinión pública el "anti-peronismo" que el "pro-macrismo". Es decir, como fue desde un principio. La gente no votó a Macri como opción, rechazó a Cristina Fernández. Ahora, como Macri no da pie con bola con la economía, la gente empezó a rechazarlo a él también. Si bien Uñac provincializó la discusión, la influencia del debate nacional en la agenda local es indiscutible. No tiene el impacto que hay en Capital Federal, por ejemplo, pero en algo influye.


El santaluceño lanzó su postulación a partir de estas páginas y luego, llamativamente, realizó una conferencia de prensa en el Municipio, sin ningún referente de su espacio que lo acompañe. Para esto hay dos interpretaciones: que se haya equivocado, atento a la vieja estrategia de no aparecer en soledad en semejante anuncio, o que sea parte de una idea que domine su proselitismo. Probablemente el jefe comunal esté pensando en que la soledad puede victimizarlo frente al "poderío" uñaquista. Y algunos referentes del macrismo sanjuanino, un poco más acostumbrados a pensar mal, dijeron por lo bajo esta semana que en realidad Orrego, en su fuero más íntimo, cree que sólo Roberto Basualdo y Fabián Martín pueden sumarle votos. Y como no podía invitarlos sólo a ellos, no lo hizo con nadie.


Por el lado de la interna peronista, hay versiones de todo tipo. Algunos dijeron que Juan Carlos Gioja va a ser el candidato a gobernador de ese espacio, aunque el propio rawsino lo negó. Otros dicen que José Luis le pidió a Uñac la vicegobernación para Juan Carlos, lo que sería una locura casi sin precedentes en la historia política sanjuanina. No por el intendente, por el pedido. Por ahora sólo se sabe que hay ánimo de acordar, siempre y cuando el acuerdo se dé en los términos de quien conduce, porque si no, como ha ocurrido en la historia del PJ, no habrá acuerdo.