Dos nuevos cargos tarifarios se sumarán el año que viene a las facturas del gas domiciliario, comercios e industrias, que aumentarán mucho más el servicio ya que paralelamente se eliminarán los subsidios nacionales que atenúan, hasta ahora, los precios del fluido.

Los nuevos valores que se agregarán a las boletas, son aportes compulsivos para financiar la construcción de gasoductos y la ampliación de las redes domiciliarias en diferentes puntos del país. Estos cargos específicos forman parte de la Ley de Presupuesto que fue aprobada en la semana por el Congreso, a libro cerrado, y sin ninguna objeción ni análisis sobre el impacto social y económico de la escalada tarifaria. La nueva mayoría de votos que tiene el oficialismo en ambas cámaras legislativas acató disciplinariamente los dictados del Ejecutivo.

El artículo 66 del Presupuesto 2012 crea del "Fondo Fiduciario Gasoducto Noreste Argentino (GNEA)\'\', que será nutrido a costa de los usuarios de los servicios regulados de transporte y distribución y los consumidores que reciben directamente el gas de los productores y las empresas que procesan gas natural. Los recursos que ingresen al fondo se usarán para "financiar, avalar y pagar las inversiones, tributos y gastos conexos\'\', dice la norma. El artículo 67, por su parte, creó un cargo tarifario para financiar obras que van desde nuevos gasoductos troncales y regionales hasta redes domiciliarias e instalaciones internas para dar acceso de nuevos usuarios. En ambos casos, quien fijará y administrará estos recursos será el Ministerio de Planificación a cargo de Julio De Vido.

Como es habitual en la labor parlamentaria de fin de año, nuestros representantes en ambas Cámaras, apremiados por el tiempo, sancionan paquetes cerrados que carecen de equidad, como en este caso donde el blanqueo de la subsidiaridad se agrava con nuevas obligaciones gravosas para los usuarios del vital combustible. En los valores actuales, reflejados en la facturación de los diferentes servicios públicos, hay cargos e impuestos acumulados por diferentes situaciones de un estado de emergencia económica que no condice con los niveles de crecimiento que tiene la Argentina. Incluso hay boletas de suministros donde los ítems de gravámenes son superiores a los del consumo real, que históricamente la población ha consentido como una compensación a los subsidios otorgados por el Estado nacional. Ahora es diferente, porque se pagarán los precios de mercado y también aportes que deberían salir de las cuentas presupuestarias correspondientes.