Cuando el el sol se apagó en el horizonte y la luna apareció limpia y triunfal dueña de su propio y majestuoso valle…Cuando el paisaje se hizo bandera celeste y blanca ondeando al viento… Cuando el aire se llenó de voces comenzó el festejo. Y ese hito marcó la unidad de los sanjuaninos. Un sentimiento íntimo y solidario alentado por el gobierno y seguido jubiloso por el pueblo todo.
Desde cada rincón, desde cada lugar la añoranza de lejanos sueños se hizo posible. Y la idea central del Bicentenario se hizo realidad: unión y algarabía.
No fue preciso apelar a la política sí a ese espíritu fraterno que hermanados al país nos daba proyección nacional e internacional fuertemente consolidados con algo de paz y el corazón latiendo Patria.
Más allá de la retórica, la Universidad Nacional de San Juan a través de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes lució sus mejores gala con su coro que marcó presencia, unido a los integrantes de la Universidad Católica de Cuyo y acompañados de las bandas de música de la policía de San Juan y del RIM 22.
Tanto los organizadores como quienes dieron vida al acto merecen el aplauso unánime porque se logró algo más que un sencillo objetivo, el fervor popular y el posicionamiento de San Juan en un homenaje inolvidable que permanecerá en cada corazón.
Para el gobierno y para el pueblo que acompañaron la iniciativa todos los laureles y para la luna que quedó prendida en el cielo patrio un sueño silente más silencioso que nunca en el milenario territorio, luego de las inefables voces de sus artistas los solistas locales, la tonadera Viviana Castro y la vibración poética de la Profesora Hebe Almeida de Gargiulo quien recitó fragmentos del poema "La Patria" de Julia Pritlutzky Farny.
Las raíces sanjuaninas reafirmaron así su identidad y la luna acompañó su destino final de gloria y de grandeza de la Patria toda.
Y como reflexión destaco la magnífica cobertura de este diario presente en todos los grandes momentos históricos desde su creación. Allí quedó espejada en el tiempo también la sutil presencia de Rogelio Díaz Costa, periodista e historiador sanjuanino quien encabezó la primera expedición a ese lugar con este diario.