Seis de diez influyentes empresarios consultados sobre si creen que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner intensificará o moderará sus impulsos populistas tras su victoria en las elecciones del 23 de octubre, manifestaron que temían que la mandataria se radicalizará aún más por la enorme cantidad de votos que conquistó en las elecciones primarias del 14 de agosto, donde obtuvo más del 50%, 38 puntos por encima de su rival más cercano.

El mismo grupo de empresarios consideró que se sentirá tentada de nacionalizar empresas o confiscar ganancias del sector privado porque las cuentas del gobierno no cierran. Pese a beneficiarse de la mayor bonanza económica en muchas décadas, gracias a los altos precios mundiales de las exportaciones de soja, el Gobierno ha gastado mucho más allá de sus ingresos.

Sostienen que al igual que otras veces en la historia argentina, la "fiesta” populista llegará a su fin porque no hay dinero para pagarla. Cuando Fernández de Kirchner se vea obligada a elegir entre recortar los subsidios y nacionalizar empresas, optará por la última alternativa para mantener vivo lo que ella llama su "modelo" económico, dijeron.

Recordaron los empresarios que fue el propio viceministro de economía, Roberto Feletti, quien dijo recientemente que el gobierno "profundizará el modelo”, un eufemismo del aumento del control estatal sobre la economía.

Al comentarle al ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, los resultados del improvisado sondeo entre los empresarios expresó que "las posibilidades de una radicalización son cada vez menores”, agregando que los gobernadores y otros jefes del partido gobernante se opondrían a medidas extremas. "El Partido Justicialista va a estar pensando cómo ganar las elecciones del 2015. Crear conflictos no le conviene".

Pero, el mismo Fernández advirtió que el gobierno tiene "un gen suicida” que a veces lo lleva a actuar impulsivamente cuando se siente muy fuerte, como por ejemplo cuando arremetió contra los productores agropecuarios hace tres años, o cuando acusó a la CIA por el escándalo del maletín con u$s 800.000 en efectivo traídos por una delegación oficial venezolana durante la última campaña presidencial.

Otro conocido miembro del partido peronista, muy próximo a la presidenta, dijo que lo más probable es que la presidenta modere sus tendencias populistas en su segundo período presidencial. Es cierto que el gobierno no podrá mantener los subsidios actuales para el transporte, pero resolverá ese problema aumentando los boletos de autobús, y compensando al mismo tiempo a los sectores más pobres con subsidios en efectivo para ellos, dijo.

Mi opinión: Tiendo a no compartir la opinión de que Fernández de Kirchner se moverá aún más hacia un populismo disparatado como el de Venezuela, Bolivia o Ecuador. Es difícil ser populista cuando uno no tiene dinero, ni alguien dispuesto a ofrecer un salvataje financiero.

El contexto internacional ha cambiado, y Fernández de Kirchner ya no puede contar con el presidente venezolano Hugo Chávez para rescatar a la Argentina, tal como lo hizo pocos años atrás. Venezuela tiene sus propios problemas financieros, y Chávez necesitará usar el dinero que tenga disponible para tratar de ganar las elecciones del 2012.

Si el gobierno argentino quiere mantener la juerga consumista, evitar una hiperinflación, tener feliz a la población y permanecer en el poder, tendrá que empezar a tratar de reducir la fuga de capitales y atraer inversiones domésticas y extranjeras. Si el "gen suicida” no aflora, el sentido común me dice que, en aras de su propia supervivencia en el poder en el 2015, optará por evitar hacer locuras que a la larga dejarían al país cada vez más pobre.