Antes de un breve desarrollo es importante establecer un concepto de secta y observar como este se debate entre el absolutismo personal y el materialismo mundano. Una secta implica a un conjunto de seguidores que están dirigidos por un líder, su doctrina se aparta de la religión u observancia de preceptos establecidos como fundados en la revelación de Dios al mismo hombre.

El concepto de secta no puede ser entendido sin el de líder pues la relación de dependencia con este forma un enlace y conexión tal que engrandece su misma imagen al punto tal de caer en el exceso de espiritualismo en el que la dependencia psicológica, anímica y vitalismo mas una condición mental de convencimiento, hacen que la moralidad y los principios no le sean necesarios.

La característica fundamental de las sectas son el misticismo, la práctica de lo íntimo en lo sexual por lo que el sensualismo siempre está presente al punto de que la unión con personas es libre y sin prejuicio alguno cayendo en la despreocupación de los compromisos personales. Otras características de las sectas oscilan entre el espíritu del soñador hasta la alucinación provocada, se manejan en comunidades pequeñas o como grupos de referencia identificados a cierto perfil de la religión. Sus denominaciones pretenden identificación al concepto universal de iglesia, templo, casa o a la asignación de frases significativas extraídas de la misma biblia o cualquier libro que sea considerado como sagrado.

Los planteos doctrinales de las sectas van desde lo divino, espiritual o fuerza invisible hasta lo estrictamente corpóreo, material y aporte en dinero con cierto carácter de obligación. La manera de conocerse y atraerse unos a otros tiende a las expresiones corporales por las que en determinados ritos se tornan significativas. En ellas, todo se confunde no hay una medida es todo por el todo, la entrega y el divisionismo. Una secta jamás proclama la unidad, pues ellos son los primeros en separarse, si se los invita a formar parte de una religión terminan sosteniendo que ellos tienen su propia religión.

Si una persona quiere tomar distancia de una secta debe interpretar que el carácter fundado de los actos humanos está en la entrega por el amor y el respeto a la persona, un planteo para el reconocimiento de Dios quien se ha revelado a los hombres y una comprensión de quien de sí mismo ha expresado "Yo soy el que soy” concepto que ningún hombre jamás en la historia pudo arrogarse. Para nuestro conocimiento y cultura desde hace casi dos mil años Jesús de Nazareth pudo revelarse al hombre diciendo de sí mismo "Yo y el padre somos uno”.

Toda persona debe saber que por el testimonio de otro semejante puede encontrar el camino espiritual que necesita, pero cuando ese camino lo conduce hacia otra persona el interés está presente. Sólo la intención de Dios mismo de no perder la libertad y el reconocimiento del error en las faltas y la evidencia por el mensaje y el ejemplo protegen al hombre y lo orientan hacia la verdadera fe.

Para no caer o "ser inducidos a la secta” hay que aprender a enfrentar la realidad. Otro de los elementos que la persona debe tener en cuenta es que no es superior a ninguna otra pues cada uno en su individualidad tiene su propia capacidad. El conocimiento, la historia y la práctica en el valor de lo religioso, une a la familia. Si entendemos que cada persona no es Dios pero que sin embargo en cada una de ellas Dios está presente nuestros actos humanos se tendrán por bien cuando en cada acción la corrección fraterna esté presente. Siempre hay que mostrar a la familia en su unión y fortaleza como ideal, nunca su división disgregación o desintegración pues una formación de pareja estable consagrada en matrimonio tiene por misión instituirse y mostrarse como lo más sagrado no sólo como alianza sino también como fundamento de país.

Es verdad que existe una fuerza en cada persona de sobreponerse a las dificultades y lograr cuanto se proponga, pero la misma condición humana le pone límites, reconocerlos y trabajar para alcanzar las metas es tenerse fe y reconocer a Dios como nuestra esperanza de vida es tener fortaleza.