Un líder sin seguidores no es más que un hombre caminando. Buena frase para describir la situación actual del Presidente de Chile Sebastián Piñera. Con apenas el 13 por ciento de aprobación de su gestión no tiene forma de administrar la grave crisis de su país y mucho menos la autoridad mínima para encontrar una solución. Algunos de los argumentos que se escucharon de los manifestantes, cuya cantidad impresiona por lo inmensa, ya se venían escuchando durante la gestión de Michelle Bachelet, su antecesora y opositora política desde la izquierda democrática: el costo de la educación superior, de los seguros de salud, la escasez de las pensiones, de los salarios mínimos y otros. Piñera fue el Presidente que reemplazó a Bachelet luego de su primer mandato y él mismo fue reemplazado por Michelle para luego volver al gobierno. Desconcierta la actitud del votante chileno, quien pareciera no querer a nadie dentro del arco de los probados demócratas de izquierda o derecha y prefiriera encaminarse a un régimen autoritario o a alguien que no venga de la cantera política conocida. Esa figura hipotética de "outsider" no se ve por ningún lado. Más raro aun es que, si bien el estallido inicial se atribuyó a la suba de una tarifa del metro, ese país no registraba crisis económica o financiera con corridas bancarias, devaluación, pérdida del crédito, deudas impagables o baja definitiva de los valores de intercambio de sus exportaciones, cobre, pesca y frutas. Tampoco desequilibrio de su balanza comercial o de pagos y con el mayor índice regional de Producto Interno Per Cápita con 17 mil dólares. Algunos de esos problemas han surgido a raíz de las protestas, el dólar ha subido y la economía se ha paralizado. La desigualdad es un problema de toda América, de los 10 países más desiguales del mundo 8 son de Latinoamérica, Chile tiene un índice Gini de 0,47 pero Estados Unidos 0,39 e Israel 0,37, México y Brasil están apenas un poco mejor con 0,46. Este índice creado por el estadístico italiano Corrado Gini supone que cuando da 0 la igualdad es total y cuando da 1 imagina que una sola persona se lleva todo y los demás nada. El Índice de Desarrollo Humano que no solo evalúa ingresos sino nivel educativo, de bienestar general y de salud es Muy Alto con 0.843 cuando el máximo es 1. Si bien nada es evidente, el conjunto de datos nos llevaría hacia una cuestión ideológica pero eso también queda desacreditado por manifestaciones de más de un millón de personas. Ni la guerrilla organizada, adoctrinada y entrenada de los 70s fue capaz de encender tantos focos de insurrección en lugares tan distintos por su composición social y tan distantes en la geografía. Hechos simultáneos en Las Condes y La Serena, por ejemplo. Tampoco esos grupos que incendian hoteles, negocios de todo tipo y centros de compras de grandes cadenas, reconocen alguna jefatura personal o de sello y no actúan en nombre de nadie, por lo menos hasta ahora. Las principales demandas ya han sido satisfechas, la vuelta atrás con la suba del metro, el incremento de las pensiones, el llamado amplio a una reforma de la constitución, etc. La pretensión de que el salario mínimo se lleve a 800 dólares se dice que es inviable, actualmente está en 400. Por otra parte, la calle se ha convertido en un problema sin solución luego de que los veedores internacionales de Derechos Humanos denunciaran excesos de las fuerzas de seguridad. Ni los carabineros ni el Ejército querrán involucrarse para que sus subordinados vayan presos o sean protagonistas de largos juicios con pérdida de su trabajo y prestigio. Piñera no se animó a conceder los cuatro puntos pedidos por los militares para obedecer un estado de emergencia porque no serían aceptables en la comunidad internacional. Todos están acuartelados pero sin participar, de brazos caídos hasta que el Estado les dé garantías para ejercer la fuerza.

Los carabineros como se denomina a la policía, están desbordados por la cantidad y diversidad de hechos, de los que toman parte principalmente jóvenes que apenas pasan la adolescencia. Cuesta imaginar un ataque sexual durante un operativo de seguridad, pero eso es lo que se ha denunciado y se dice que con suficientes pruebas. Si uno sigue los relatos de los medios chilenos, la discusión ha virado de los saqueos al mal comportamiento de la policía con el resultado de que los saqueos son ahora más violentos y no tienen represión, por lo que solo quedará la confrontación cara a cara de atacantes y atacados sin la presencia del Estado. Algunos ciudadanos/as no tienen problema en declarar que circulan armados.

Ni Carabineros ni Ejército van a querer involucrarse para que sus subordinados vayan presos o sufran largos juicios 

La crisis de argentina, que comenzó en 2001 y se extendió durante todo 2002, fue larga y las protestas pedían "que se vayan todos" pero el país había quebrado, no podía pagar sus deudas, los bancos habían restringido las extracciones de dinero de los clientes, la pobreza y la indigencia sumaban más del 40% de la población, el comercio y la industria estaban paralizados…nada justifica la anarquía pero se puede reconocer una causa. Buscando razones generales, uno podría especular con el tema narcotráfico, que sin dudas está presente en los inconvenientes de todo el arco cordillerano, desde Venezuela hasta Bolivia, pero tampoco sería el caso de Chile. Piñera debe renunciar pronto, pero antes dialogar en busca de una sucesión que por lo menos tenga el poder suficiente para restablecer el orden en lo inmediato y luego, con la tranquilidad de la población en sus casas, acordar un nuevo contrato social en ese país. El hombre que camina debe salir al costado apenas haya logrado el mínimo consenso en una figura de recambio, no hay espacio, para intentar una reconstrucción de su imagen o una nueva captura del poder. Eso es, al menos, lo que se ve de afuera.

Cuando se haya ido y mirando las cifras, entender o explicar las razones de ese fracaso será difícil. El lema de Chile asusta "por la razón o la fuerza". Pocos países del planeta admiten explícitamente que la fuerza sea una alternativa equivalente a la razón y que dé lo mismo una cosa que otra. Esa parte de su idiosincrasia tal vez nos ayude a entenderlos mejor.