Los investigadores han establecido desde hace mucho tiempo que las competencias creativas se pueden enseñar y aprender. Ahora estamos viviendo en tiempos donde cada vez más personas reconocen el inmenso valor de la creatividad en el trabajo y la vida. Después de generaciones de aprendizaje por memorización, el pensamiento crítico que aporta la creatividad a los alumnos, no será una tarea fácil, pero tampoco imposible. 

Estamos frente a grandes cambios. "Las personas creativas lo son porque lo deciden hacerlo, dan rienda suelta al pensamiento, enfocan las cosas desde múltiples y diferentes puntos de vista, y arriesgan a cambiar conceptos o cosas de manera diferente" (Sternberg Robert). "La creatividad es fruto de la combinación de rasgos personales: curiosidad, motivación, autoconfianza, fantasía emocional lúdica, el placer de enfrentar desafíos".

A todo esto, le debemos agregar un entorno favorable o ambiente creativo, es decir, un medio que incentive y recompense el proceso y el resultado de la creatividad. Los docentes necesitan enseñar creativamente para potenciar el espíritu creativo. Trabajar en equipo por ejemplo, hacer preguntas estimulantes que los motiven a pensar. Por supuesto que tengan altos niveles de empatía, varias voces dominantes y un líder que piense distinto. También es necesario ámbitos y aspectos como fluidez, flexibilidad, asociación y síntesis, así también, como habilidades de evaluación crítica.

Podríamos establecer pilares básicos como: Preparación, Incubar una pregunta, Relajarnos. Las ideas surgen cuando no hacemos nada, también hay que estar "un poco loco". La creatividad en los niños es como un músculo que necesita ejercitarse. "El docente que no es creador, no puede enseñar a sus alumnos a ser creativos". Es pensar en ella, como una habilidad igual que el ingenio y la inventiva. Hay una necesidad de potenciar la creatividad en el proceso educativo.

A veces las empresas estigmatizan los errores y no permiten el crecimiento personal. "Vivimos en un país y mundo donde día a día, se plantean grandes desafíos y requieren soluciones nuevas. Y estas seguramente, necesitan de seres humanos dedicados y talentosos que las elaboren, pero sobre todo, crear ambientes que hagan posible esa novedad.

Los errores no se castigan, se aprende de ellos. La creatividad empieza por el docente. Si es capaz de incorporar a la actividad diaria técnicas didácticas originales y diferentes, como puede ser lluvia de ideas o actividades combinadas con juegos, favorecerá el pensamiento creativo.

Cabe señalar que un grupo de escuelas de la provincia han sido seleccionadas para formar parte del programa denominado "Escuelas del Futuro" quien propone desafíos relacionados con el mundo real, incluyendo drones, robots, plataformas interactivas y laboratorios virtuales. Una programación de robótica educativa, centrada en el aprendizaje de competencias. En este marco el alumno podrá poner a prueba e ir construyendo su espíritu creativo, hecho que les permite ir más allá de los contenidos curriculares. El docente podrá así, estimular estrategias para fortalecer el comportamiento creativo.