"Cada uno de los esfuerzos de educadores por conservar los valores, cumplir con la ley, garantizar con la palabra y testimoniar con el ejemplo se han visto y anunciado en numerosos escritos, y cumplidos en tantas manifestaciones sociales en un esfuerzo por salvar al mismo hombre…”

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La educación tiene objetivos inconclusos, es decir, todos los esfuerzos que por ella se realicen no serán los suficientes para contrarrestar efectos adversos provocados por el mismo sistema de vida que el hombre imprime en la comunidad.

Notables pensadores han coincidido en que factores externos a las propuestas y deseos del hombre desviaron el curso natural de la misma evolución del ser humano, solo basta citar cuestiones de poder, ambición, y distintas metodologías que el individuo aplicó para lograr sus propios fines que no fueron el bien común sino intereses personales. A modo de ejemplo y más allá de la expansión del hombre en la tierra provocaron que el mismo curso del tiempo se detenga y en otros casos se atrase. Tal evidencia lo señalan las guerras mundiales, las conquistas desmedidas y la moral decadente.

En otros casos, la misma naturaleza se encargo de "arrasar” con pueblos enteros y por consiguiente, con la misma vida del hombre, esto, derivado de las solas fuerzas naturales que como presagio de los tiempos inexorablemente se tenían que dar. Pero ahora, quien imprime carácter a los sucesos inexorables, es el mismo hombre. Cuestiones educativas de base sufrieron transformaciones y cambios motivadas por "nuevas propuestas” y/o "nuevos avances” educativos.

Si el ser humano tiene que sufrir los cambios naturales impuestos por la "revolución geológica” de una u otra manera tendrá que soportarlos, pero no será nunca lo mismo tener que vivirlos con la tarea cumplida, con un propósito de luz y verdad. Por ello todos y cada uno de los esfuerzos de educadores por conservar los valores, cumplir con la ley, garantizar con la palabra y testimoniar con el ejemplo se han visto y anunciado en numerosos escritos, enseñados en importantes universidades y cumplidos en tantas manifestaciones sociales en un esfuerzo sobrehumano por salvar al mismo hombre, salvar su dignidad y reconocer su destino.

Sin embargo el hecho de tener que advertir situaciones vividas, por vivir o cambiantes, no pone freno a los acontecimientos por venir. Todo ello simplemente se deduce de simples variables que no se ajustaron convenientemente al curso de la formación de la persona humana.

Ya ni la "faltante educativa” que se la pudo identificar desde dos puntos de vista distintos pero complementarios observando el factor formativo en el campo educacional y por el otro, evaluando los progresos educativos en el hecho social mismo, se utilizó como herramienta que como medida determinara correcciones en el campo educativo. Hoy nos queda, más que mostrar y sacar a luz acontecimientos ineludibles que constituyen "presagios educativos” como los que a continuación señalamos: Padres ausentes en importantes momentos y cruciales definiciones que los hijos tienen que afrontar. Enseñanza de la realidad desde una imagen que llega a los hogares sin que ella sustente una verdadera realidad pero sí una ficción. Una vida placentera desde el trabajo mental supliendo el contacto verdadero en los vínculos personales, por un simple "contacto virtual”. Una definición de los destinos de la educación por decretos que modelan desde la autoridad educacional un ajuste a las necesidades personales que no son las previstas en las normativas pedagógicas establecidas por ley. Ejemplos distorsionados de modelos de personas y relaciones a seguir que no revisten el carácter originario diseñado por la misma naturaleza. Definiciones entre los funcionarios docentes por mejorar la condición del educador por antecedentes, méritos y oposición, que nunca llegó a la hora de hacer valer la calidad de la educación. Una enseñanza pública desalentada por presiones sociales que no ve la inversión que la educación requiere para lograr el conocimiento científico que implica un mejorar el estandar de la vida social, la salud y el progreso.

Este tiempo puede ser el desafío anhelado aunque los acontecimientos no den el curso esperado para la educación. Sin embargo siempre será oportuno para responder con verdad y dignidad a todo aquello que hace al hombre perfectible y da sentido a su vida, pues la mas noble misión será siempre educar.