Argentina, país rico, cuyo crecimiento está basado en la fortaleza sostenida a través de la producción alimentaria del sector agropecuario. Hoy el hambre y la desnutrición no son consecuencia sólo de falta de alimentos, también está la desigualdad y los errores en el orden de prioridades.


UNICEF (Organización de las Naciones Unidas para la Infancia) ha presentado un informe alarmante respecto a la pobreza. La define como no sólo la escasez o insuficiencia de ingresos. Vivir en pobreza durante la insuficiencia significa, no ir a la escuela, ni aprender, saltar de una comida a otra o ir a dormir con hambre, no tener calzado o vestimenta digna, estar privados de la atención médica, agua potable, electricidad, en condiciones de hacinamiento o enfrentarse a otras carencias. El primer dato impactante es que el 48% de los niños son pobres. Sabemos que el cerebro para aprender debe estar sano, y por eso es fundamental la nutrición durante el embarazo y los dos primeros años de vida. El nivel de pobreza monetaria tiene picos más elevados en el Gran Buenos Aires. Cuyo, está por debajo del promedio nacional. El Sur, es el punto más bajo. El informe remarcó que pese a la gran cantidad de programas destinados a evitarlos como: Programa de Nutrición Integral de niños y adolescentes, Asignación Universal por Hijo y el Plan Nacional de Primera Infancia entre otros. Argentina nunca logra reducir este indicador y advierte que, para peor, en los últimos años la cifra empeoró. Además el 14% de los nacimientos son de madres menores de 19 años. También triplicó la mortalidad por suicidio entre los adolescentes fuera de la escuela. El informe agrega, que la violencia física o verbal hacia niños y adolescentes es continúa. En 7 de cada 10 hogares, se utilizan métodos violentos en la crianza de los chicos. Además, está desnutrido o sufre de sobrepeso en el mundo, lo que puede acarrear problemas de salud como por ejemplo, afectar al cerebro.

"Una gran nación se construye con niños de cerebros sanos para poder adquirir habilidades y competencias en escritura y lectura"

La globalización de los hábitos alimentarios, la persistencia de la pobreza y el cambio climático, están provocando que un número creciente de países, acumule una "triple carga", como desnutrición, obesidad y carencias alimentarias. La pobreza en los niños, es una de las peores caras de la Argentina. Se incrementa la cantidad de familias que van a buscar comidas en los basureros municipales. Lo peor, es no poder seguir tratamientos por no acceder a centros de salud, pagar medicamentos y el aumento de casos de malnutrición y desnutrición. En educación, se advierte el abandono escolar y la infancia, es un momento que no se recupera. Es imposible, pensar en una sociedad democrática cuando la mitad de los chicos tienen sus derechos vulnerados. El informe midió la pobreza con indicadores desde la nutrición hasta la exposición a la violencia de los niños y adolescentes. Utilizan una metodología multidimensional, herramienta que permite analizar en detalle, las privaciones que sufren los chicos y adolescentes causantes de la desigualdad.


Una gran nación se construye con niños de cerebros sanos para poder adquirir habilidades y competencias en escritura y lectura. Debe existir primero, la nutrición adecuada, y después la educación acompañada de una Política de Estado. "El cerebro aprende por tres cosas: por lo que nos inspira, por lo que nos motiva y por lo que nos parece ejemplo. No hay desarrollo posible en un país con niños pobres y desnutridos. La clave del desarrollo del país es preservar el cerebro y luego educarlo". 


Por Yolanda Quiroga
Especialista en Educación.