La decisión del Gobierno de San Juan, de elevar al rango de Secretaría de Estado a la actual Subsecretaría de Ciencia y Tecnología, es decir llevarla a un plano ministerial para lo cual se la dotará de mayor presupuesto y recursos humanos, es una medida acorde con los desafíos que plantea el mundo actual, donde se impone la economía del conocimiento.
El proyecto de ley para jerarquizar un área clave para el futuro, que ingresó la semana pasada a la Legislatura Provincial, es una de las decisiones políticas que ratificó el gobernador José L. Gioja en su último mensaje de apertura de las sesiones ordinarias y sin dudas esta iniciativa se concretará a la brevedad de acuerdo a la importancia estratégica asignada por el mandatario.
De esta manera, nuestra provincia se pondrá a la altura de las necesidades que reclama el crecimiento social y económico que se destaca en el país y porque no basta disponer de explotar naturales sin valor agregado, o sea sin diversificación y procesamiento de la materia prima, mediante innovaciones tecnológicas ya que ahora la competitividad se plantea en la investigación científica aplicada al desarrollo.
El proyecto funcional prevé que habrá dos subsecretarías, una destinada a las relaciones con los sectores de investigación científica, como las universidades y el INTA, por ejemplo, y otra vinculada a los sectores productivos, como son las empresas que demandan estos servicios dentro de sus inversiones para potenciar la oferta. Además, es propósito del gobierno que se dispongan en esta área la mayor cantidad de recursos posibles de los programas nacionales del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, que se han concentrado en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
Será también significativo el aumento presupuestario, que pasará de los 300.000 pesos anuales a dos millones, monto que irá aumentando de acuerdo al desarrollo que alcancen proyectos de innovación tecnológica, particularmente del sector agrícola, donde se requiere una mayor eficiencia en toda la cadena productiva y de comercialización
Ahora las naciones que lideran el crecimiento no son las poseedoras de materias primas ni emporios fabriles sino aquellas que poseen el poder del conocimiento científico y de la inteligencia aplicada al desarrollo tecnológico.
