Si bien la cultura de San Juan tiene rasgos específicos, si observamos con atención, los habitantes de los diecinueve departamentos exteriorizan rasgos que le son propios, los identifican de los otros, sin perder la idiosincrasia general sanjuanina. Estos rasgos tienen que ver con distintas manifestaciones culturales, muy típicas. En ese sentido voy a mencionar a dos de ellos: Chimbas y San Martín. En el primer caso, Chimbas, tiene tres atributos culturales específicos: uno es el culto a la Virgen del Rosario de Andacollo (patrona departamental), otro el colorido carnaval y por último un rasgo naciente: el predio en la Costanera donde se celebra la FNS. En relación a la veneración de la Virgen, la advocación es originaria de Chile, vía Cordillera de los Andes, siendo sus portadores los promesantes. Posiblemente el culto chimbero sea el más antiguo del Gran San Juan, antes que en Rawson. Los danzantes a la Virgen Morena, constituyen varios grupos, Villa Paula, Villa Unión o Villa Mariano Moreno. 


El baile a la Virgen es una particularidad de la veneración que identifica a los chimberos. En cuanto al carnaval, su permanencia, arraigo en la población como su brillo, tiene que ver con la historia social departamental, constituida por gente de condición social humilde, su particular idiosincrasia, cultura. Por lo tanto, por ser de lejano cuño criollo. Ellos fueron y son los portadores e impulsores de verdaderas fiestas populares, como el carnaval. 


En estas consideraciones, creo yo, se encuentra una de las respuestas, en el por qué de la pervivencia del carnaval chimbero. Por todo esto el carnaval, considerado como una típica creación de la cultura popular, tiene que ver principalmente con la historia departamental.


En cuanto a la FNS le ha otorgado a Chimbas prestigio, contribuyendo a diluir ese negativo paradigma cultural chimbero, que por cierto es una construcción mediática. 


Otro departamento que posee rasgos culturales únicos es San Martín, otrora Angaco Sur. El tema en cuestión es social-religioso. Allí se asentaron familias de origen italiano, que se dedicaron a la vitivinicultura, levantado varias bodegas que lograron elaborar vinos de excelente calidad. El tema religioso se vincula con el social, pues siempre dije que San Martín es una "ínsula salesiana". Luego de que arribó la orden a San Juan, en la década de 1930, algunos sacerdotes y laicos comenzaron a viajar al departamento. Les llamó la atención las lomadas de Pie de Palo y allí erigieron el culto a Ceferino Namuncurá. En 1956 se levantó la actual parroquia, en honor a San Juan Bosco. También varias calles departamentales llevan el nombre de sacerdotes de la orden. Asimismo se destacaron dos curas que dieron todo por su "patria chica", el padre Julio Briggiler, (el actual colegio parroquial debería llevar su nombre) y otro sacerdote inolvidable: Carlos Barbero.

Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia