Época de vacaciones, para descansar, relajarse y desconectarse de las actividades cotidianas. Es el momento ideal para disfrutar de un buen libro, el que nos acompañe en estos momentos de ocio. Es el encuentro con uno mismo. Debería ocupar un lugar importante en la vida de las personas. Para los griegos el ocio debía ocupar buena parte de la jornada diaria de los ciudadanos como la música y el teatro. Para ello, no era "no hacer nada" o perder el tiempo, sino una parte esencial de la vida, entendida como actividad.


Era un ingrediente del adiestramiento de los ciudadanos. No buscaba nada fuera de sí mismo. Nosotros en cambio, estamos tan habituados a "hacer" aun en el tiempo libre, que nos cuesta disfrutar del descanso, sin sentimientos de culpa y soledad. Los libros más leídos son aquellos ágiles, entretenidos, donde la historia nos enganche de entrada, sin necesidad de recordar nombre, lugares, ni fechas. Disfrutar de buenos libros en vacaciones trae beneficios para la salud y la vida en sociedad.


Los lectores los podríamos considerar en tres grupos : 1- Los que les gusta algo liviano, como novelas de ficción, sin demasiadas complicaciones, entretenidas, y donde se puede retomar la lectura en cualquier momento. 2- Los que llevan libros para marcar frases, palabras, consejos que se utilizan durante el resto del año. 3- Los que aprovechan para leer ensayos o libros de contenidos duros, buscando una reflexión. Este descanso tanto como para niños y padres deben ser creativos donde los chicos experimenten sensaciones diferentes al periodo escolar. Es olvidar la prisa y los horarios rígidos. Aprovechar las vacaciones con chicos y jóvenes es un tiempo maravilloso y el mejor regalo.


Es preciso demostrarles que la lectura es una de las maneras más interesantes y entretenidas para disfrutar del tiempo libre. El libro es la mejor ocasión para disfrutar de la caricia de una mágica historia, mundos paradisiacos, experiencias positivas y placenteras. El escenario, la playa, el jardín, en fin, todo resulta buen ámbito para leer. Algunos libros como propuestas en estas vacaciones pueden ser: chicos de cuatro y cinco años Alberto Pez: Minosaurio, Señor tormenta, La flores de Marcela Morcilla. María Cristina Ramos, "Belisario" (tres tomos de la saga del gusano), Silvia Shujer "Un cuento de amor en mayo". Para niños y jóvenes Laura Ávila "El fantasma del aljibe", Liliana Bodoc "Elisa, la rosa inesperada", Oscar Wilde "El príncipe feliz y otros relatos" , Norma Huidobro "Un tren a ningún lugar".


Temas generales: Diego Golombek "La ciencia es esa cosa", Daniel Balmaceda "Qué tenían puesto, La moda en la historia argentina", Felipe Pigna, "Mujeres insolentes 2, Alejandra Stamateas "Sé que puedo más", Matías Loewy "Inmortalidad. Promesas, fantasías y realidades de la eterna juventud" (Piedra Libre Libros).


Leer es otra manera de imaginar, mundos reales o imaginarios. Un buen libro es aquel que tiene calidad literaria, es decir, resulta emocionante, divertido, conmovedor y atrapante. Si pensamos en chicos, buenas imágenes, colorido que hable por su contenido. Los pequeños leen las imágenes acorde a su creatividad. El verbo leer como amar no se conjugan en imperativo. Pero sí, es una buena compañía. El que tiene un buen libro, nunca está sólo. Y como decía Antonio Machado: "Converso con el hombre que siempre va conmigo. Este es el principio, el camino que conduce hasta el ocio".

Por Yolanda Quiroga   Especialista en Educación.