El papa Francisco exhortó a la comunidad internacional, y en particular a quienes lideran en el poderío de las naciones, a que el recurso de la fuerza no sea utilizado como una primera intimación frente a posiciones hegemónicas, sin considerar las graves consecuencias que estas actitudes pueden tener.

Al hablar en la Santa Sede ante nuevos embajadores, el jefe de la Iglesia Católica advirtió sobre el crecimiento de la propensión a considerar el recurso a la fuerza no como última salida, sino casi como un medio más para ser usado sin valorar sus resultados. Por ello pidió a los gobernantes mayor responsabilidad en sus acciones a fin de fortalecer la paz y disminuyendo tensiones en el actual escenario internacional.

Bergoglio observó las amenazas veladas con despliegue y ensayos de artefactos de destrucción masiva para reafirmar posiciones estratégicas en el convulsionado mapa del poder global. Reclama una conducta que lleve a afrontar las divergencias con la paciencia valiente del diálogo y de la diplomacia, sin alardes de fuerza precipitado y pidió aislar a quienes intenten transformar una pertenencia religiosa en odio contra los demás.