Conocedor del grave problema ambiental que implican las malas condiciones de la Cuenca Matanza-Riachuelo, para un amplio sector de la ciudad de Buenos Aires, el nuevo Ministro de Medio Ambiente del Gobierno Nacional, Sergio Bergman, se ha comprometido a solucionar el tema al incluirlo dentro de los objetivos prioritarios de su gestión. A poco de asumir sus funciones, el rabino sostuvo que la actual gestión corre con una ventaja: ‘Nación, provincia y la ciudad de Buenos Aires, vamos a trabajar juntos para lograrlo’, aseguró.

Sanear el Riachuelo es una promesa incumplida por todos los antecesores de Bergman, más allá de los avances en su limpieza, que llevaron en los últimos 4 años a recolectar más de 1.400 toneladas de residuos. De todas formas esta tarea, complementada con recorridas de monitoreo y control de la ocupación del espacio público costero y el volcado de contaminantes, no ha sido suficiente. En innumerables ocasiones se han citado ejemplos exitosos de saneamiento de cursos de agua o ríos de otros sitios del mundo, sin que ninguna de las autoridades se interesaran por las técnicas empleadas en esos lugares. Hace unos días se cumplió el 7mo aniversario del histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que obligó a los tres gobiernos a hacerse cargo del saneamiento, mandato que hasta ahora no se ha cumplido.

La importancia de que Bergman esté al frente de esta tarea es su conocimiento del tema y de haber sido uno de los promotores de la Ley 4.162, de la Legislatura Porteña, que declaró el 8 de julio ‘Día de la acción ambiental por la Cuenca Matanza-Riachuelo’. Por otra parte en 2006 fue creada Acumar (Autoridad de la Cuenta Matanza Riachuelo) ente autónomo, autárquico e interjurisdiccional, encargado del plan de saneamiento inconcluso.

El problema de contaminación de la Cuenca es de antigua data y comenzó a principios de 1800 con el asentamiento de las primeras industrias y viviendas. Desde entonces el problema se agravó y sigue produciendo enfermedades y malformaciones infantiles y muertes prematuras. Todo dio fundamento para que se calificara este lugar como la décima mayor contaminación del mundo.

Es de esperar que durante esta gestión de gobierno se alcance el objetivo de saneamiento y no se sigan promoviendo las excusas que se vienen argumentando desde siempre.