María Ruanova.


Nacida en 1912 en San Juan, María Ruanova fue una destacada bailarina, coreógrafa, docente y maestra de ballet de notable actuación en Argentina e internacionalmente. Se formó en la Escuela de Danzas del Teatro Colón y en 1942 llegó a ser la primera bailarina de ese máximo templo argentino de la ópera, como protagonista del estreno mundial de "Concierto de Mozart'', con coreografía de George Balanchine. En 1936 fue contratada como primera bailarina del Ballet Ruso de Mónaco actuando en Londres, Glasgow, Sudáfrica, Francia, en cuya capital, París, logró estrenar obras de Michel Fokine, ruso, nacionalizado estadounidense, maestro del ballet y director de compañía. Su fecunda carrera incluye también haber sido directora del cuerpo de Ballet del Teatro Colón y del Ballet del SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica), de Montevideo. Bailó junto a Serge Lifar (ucraniano, nacionalizado francés, bailarín, coreógrafo y director de compañía) y Leonide Massine (coreógrafo ruso, bailarín de ballet y primera estrella de compañía), además de formar parte de la compañía del marqués de Cuevas, empresario y coreógrafo chileno que creó en 1944 en Nueva York el célebre Gran Ballet del Marqués de Cuevas. También desarrolló una larga y generosa actividad docente, tal como lo recuerda el profesor Rodolfo Ferrer, ex director del Instituto Polivalente de Artes.


La artista llegó también al cine ya que trabajó en las películas "Donde mueren las palabras'' (1946) y "Apollon Musagete'' (1951). De ascendencia gallega, esta sanjuanina que creció en La Rioja, recibió formación en Buenos Aires, y fue en 1931 cuando por concurso ascendió a solista y posteriormente a primera bailarina, llegando a bailar "Giselle'' con 18 años. En 1934 el primer bailarín de la Opera de París, Serge Lifar, que había llegado a Buenos Aires, la eligió como su pareja, brillando en "El espectro de la rosa'', "El pájaro azul'', "Sílfides'' y "Prometeo'', según la biografía de Cultura Nación. Estas intervenciones merecieron elogios internacionales, lo que provocó que en 1936 fuera contratada por René Blum, director del Ballet de Monte Carlo, como primera figura junto a los más destacados y populares artistas de la época como Nemtchinova, Oboukhoff, Eglevsky, Panaieff y Vilzak. El diario monegasco "Le Petit Nicois'' publicó un elogioso comentario sobre el debut de la sanjuanina en Mónaco: "Una nueva estrella fue descubierta en una bailarina argentina, María Ruanova''. Algo semejante pasó luego en Londres, con los estrenos de "Don Juan'' y "L"Epreuve d'amour'', nada menos que durante las celebraciones por la coronación del rey Jorge VI, padre de la actual Isabel II. Cuando volvió a la Argentina, ratificó los elogios que había recibido en el mundo y se la empezó a llamar la "etoile'', la estrella, siendo, inmediatamente después, entre 1968 y 1972, directora del Ballet del Teatro Colón. Tras su muerte en 1976, a los 64 años, fue establecido el premio "María Ruanova", como máximo galardón de la danza argentina.


La Escuela Nacional de Danzas de nuestro país y el "Instituto Nacional Superior del Profesorado'', llevan su nombre como testimonio de su aporte inconmensurable a la danza y sus diversas manifestaciones. Sin dudas, su tierra natal, San Juan, le debe todavía un gran reconocimiento.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista. Corresponsal de Cadena 3 Argentina en San Juan.