El justicialismo se convirtió, otra vez, en esa vieja maquinaria a la que se le echa mano en épocas de vacas flacas, como la actual. La reunión de los gobernadores peronistas el viernes en Corrientes y antes, la inesperada supremacía del gobernador Daniel Scioli en la campaña de la Provincia de Buenos Aires, marcaron el inicio de un cambio en el oficialismo y la reaparición del peronismo a las primeras filas del mundillo oficial. El kirchnerismo nació como una parte del peronismo, pero fue mutando hasta contenerlo y hoy, deberán admitirlo, ha quedado debajo del viejo y empolvado peronismo nacional que resurge como herramienta desesperada de victoria electoral kirchnerista. En esa estructura, los viejos caudillos peronistas han pasado de ser cola de furgón a locomotora. Todo un cambio, en muy poco tiempo y, tal vez, a las apuradas. En este contexto, José Luis Gioja, Jorge Capitanich y Daniel Scioli, fueron los más aplaudidos en el inédito mitín peronista para apoyar a "Camau" Espínola en su campaña contra el gobernador correntino Ricardo Colombi. Con río revuelto como el actual, un aplausómetro alto lejos de casa no es mala noticia, para nada. Ninguno quiere sacar la cabeza todavía, aunque es evidente que esas épocas están muy cerca. Gioja por las dudas sigue bien con todos.

Internas FpV

Igual, no todo es color de rosas en el mundo de José Luis Gioja: ayer el intendente de San Martín Pablo Santibáñez, reconoció en Radio Sarmiento que tiene diferencias con Cristian Andino, el actual presidente de OSSE y mandamás del partido Crecer, agrupación enrolada en el Frente para la Victoria, por la que Santibáñez llegó a la intendencia. Dijo que son naturales de la gestión y del trabajo político, aunque nadie le creyó. Es un hecho que los dirigentes ni se hablan, y en Casa de Gobierno lo saben. A pesar de eso en San Martín, un departamento de unos 9.000 o 10.000 habitantes, el oficialismo obtuvo una clara diferencia sobre el Frente Compromiso Federal en la interna de agosto. Santibáñez terminó de confirmar lo que no quería revelar cuando se le preguntó si había hecho campaña junto a Andino: "No, pero no significa nada", dijo. Andino, a diferencia de Santibáñez, es un dirigente que ha sabido mantenerse alto en la consideración popular, a pesar de venir de un departamento chico. Gioja está muy conforme con lo hecho por Andino, aunque no quiere líos, por tanto, es seguro que esta semana llamará a ambos a silencio, antes que la diferencia caiga en niveles irreconciliables. Así como ocurre en ese departamento, han surgido diferencias entre viejos popes giojistas luego del tirón de orejas generalizado de Gioja hacia toda la tropa. Incluso en el gabinete, donde hay críticas cruzadas. Lo de San Martín no es grave, aunque es de atender, lo mismo que en el gabinete. Nada que Gioja no pueda arreglar con un par de llamadas, aunque deberá hacerlas, seguro.

Oposición

En el Frente Compromiso Federal que postula, luego de una interna, a Eduardo Cáceres como candidato a diputado nacional también hay ruidos, y de un calibre mayor: en el entorno de Mauricio Ibarra están enojados desde la aparición de Fabián Martín como precandidato a diputado nacional. Sostienen que, al menos, fue extraña la postulación del rivadaviense en una interna que no era de él, ya que como se dijo en estas columnas anteriormente, ésta no es ni fue su pelea. Al final, consideran en el entorno del rawsino, restó votos y terminó por sacarlos de competencia. Ayer, en Radio Sarmiento, el líder camionero Enrique Castro -miembro del frente basualdista y uno de los que apoyó a Ibarra-, lanzó una frase preocupante: ‘Quiero pensar que Basualdo se equivocó -al postular a Fabián Martín- y no que lo hizo a propósito’. En el estudio de radio quedó la sensación de que Castro quería, pero no podía, decir que Basualdo puso a Martín para dividir aún más el frente y restarle votos a Mauricio Ibarra, aunque no se animó a confirmarlo. Una vieja herida, que ya sobrevolaba la campaña de las PASO, pero que recién se empezó a conocer ayer. No será fácil sumar a Ibarra, ya que todavía tiene los raspones a flor de piel. De ahí en más lo que ya se ha contado: nada tienen que ver Eduardo Cáceres -que pintó su bunker bajo la leyenda Compromiso Federal para rebatir las afirmaciones de este diario- con Mauricio Ibarra, con Enrique Conti o con Rodolfo Colombo, pero ahí están, tratando de hacer creer lo contrario. Todavía siguen esperando los movimientos de Eduardo Cáceres, que no apareció. La semana pasada mandó a su encargada de prensa a decirle a los medios que no iba a hablar al menos hasta mañana, mientras delinea su estrategia. Veremos si aparece esta semana. Lo esperan con los brazos abiertos y un montón de preguntas.

El peronómetro

¿A qué juega Gioja en el PJ Nacional? Dios y él lo saben, solamente. Sintió fuerte el remezón de las elecciones internas en San Juan y está removiendo el PJ de principio a fin. Se reúne todos los días con alguien y está empujando la máquina a más no poder. Sábados, domingos o feriados. Reuniones en el partido, en Casa de Gobierno o donde se dé, no importa. El objetivo es subir ese 37% que lo acompañó en agosto. De obtener buen resultado tendrá una chapa distinta frente al escenario que se viene. Gioja es amigo de Scioli, quien parece que manda en el nuevo esquema. La meta del sanjuanino es no traicionar a Cristina, ya lo ha dicho hasta el hartazgo, y el nuevo Scioli le viene como anillo al dedo, ya que aparentemente el bonaerense quiere que Cristina gobierne hasta el 2015, sin situaciones violentas. Si la sucesión presidencial viene con el kircherismo y el sciolismo juntos, bien para el Gobernador sanjuanino. Si ese mismo escenario encuentra a la Presidenta y el exmotonauta separados, Gioja, como otros gobernadores, ya sembró en los dos costados. El tiempo dirá.