El ideario político de Domingo F. Sarmiento lo encontramos en muchos de sus escritos y, como político, era consciente de que debía difundir su pensamiento. Indudablemente su tarea más importante fue la que desarrolló en el campo de la educación.

Su formación desde niño en su hogar, sus primeras letras, la experiencia adquirida en el exilio, sus viajes a España, África, EEUU, el desempeño en cargos relevantes como diputado, concejal municipal, senador, a lo que se puede sumar sus escritos: "Mi defensa", "Facundo", "Viajes por Europa, África y América", "Educación Popular", "Recuerdos de Provincia", y "Anales de la Educación", sintetizan estas notas, no menos importantes, ya que condensan sus vivencias, ideales, que sin duda hacen de Sarmiento un hombre preparado, consolidado antes de llegar a la gobernación de su provincia.

No obstante para el entonces Gobernador la situación política, económica no era de las mejores, tuvo que enfrentar varios problemas, aunque contó con una clara proyección. Totalmente decidido planifica su gobierno en su provincia, pues sus deseos más íntimos eran otorgarle un cambio verdaderamente positivo, e incluirla en el camino del progreso.

Cabe recordar que San Juan en aquellos momentos era una de las provincias más castigadas por el analfabetismo, por ello se propuso fundar escuelas, defendió la escuela laica, gratuita, y hasta decretó el 12 de noviembre de 1863 la obligatoriedad para que los padres mandaran a sus hijos a la escuela: "Todos los padres de familia están obligados a mandar sus hijos a la Escuela".

Como testimonio de estas consideraciones hay discursos pronunciados durante su gestión de Gobierno, referidos a la creación de colegios totalmente diferentes en su concepción, pero que se unifican en la esencia de brindar educación a los sanjuaninos.

Colegio Preparatorio: En la manzana del Convento de La Merced entre las calles Santa Fe, Rioja, Mitre y Tucumán creó el Colegio Preparatorio, una casa de estudios de introducción a la enseñanza universitaria. Por ello el 29 de junio de 1862 pronunció un discurso donde comienza diciendo: "Hace tres siglos que descendieron algunos soldados españoles de las nevadas cordilleras de los Andes", inclusive en el Acta fundacional de San Juan de la Frontera también se menciona "de esta parte de la cordillera nevada" se busca asiento para fundar una nueva ciudad, "que es hoy ciudad de San Juan". Inclusive en el desarrollo del texto consideró como asombrosos progresos "tendrían en San Juan una aplicación práctica, colocados a la falda de los Andes, la química nos revelará luego la secreta composición de nuestros metales", destacando precisamente esa imagen tan bien seleccionada y que permite definirnos con una identidad propia al vivir en un valle a los pies de tan magnánima cordillera.

Aunque la educación en los primeros tiempos estuvo limitada a los hijos de familias nobles en la Colonia, él estaba convencido de que hacía falta "establecer una casa de educación superior que prepare para las profesiones científicas o literarias".

En su plan educativo menciona a Rickard quien había ofrecido sus servicios para enseñar química, mineralogía y metalurgia para que San Juan se convirtiera en "una nueva era de desarrollo". De esta forma relaciona la educación con la explotación de minas, y propuso obtener otra producción para nuestra provincia, siempre y cuando los recursos "sean explotados con inteligencia”.

Escuela Sarmiento: Su labor en materia educativa continúa y el día 10 de julio de 1862 al colocar la piedra fundamental del edificio de esta escuela en terrenos de la propiedad de San Clemente (actual Santa Fe esquina General Acha) en una extensa exposición Sarmiento se refirió a su labor como educacionista, y a la Escuela de la Patria de su niñez.

En el discurso expresó: "Al colocar la piedra fundamental de la escuela que habéis querido apellidar con mi nombre, me permitiréis dirigiros algunas palabras, que expliquen porqué acepto con gratitud y satisfacción aquella distinción”.

Él sabía que para progresar hay que educar, y esto por consiguiente traería la igualdad y haría al hombre libre.

La Quinta Normal: En el acto inaugural de la Quinta Normal expresa que San Juan necesitaba conservar su arboleda autóctona y también introducir árboles nuevos para reforestar y ensayar nuevos métodos en la arboricultura.

En 1863 se concluyó con el edificio y se contaba con una matrícula de 40 inscriptos. La Quinta Normal sería el núcleo originario de la Quinta de Agronomía y más tarde de la Escuela de Agronomía de la Nación.

Pero volviendo al discurso inaugural en su presentación Sarmiento comenzó su elocución dirigida a los "conciudadanos”, con entusiasmo comentó que se trata de una fiesta bajo los rayos del sol, y a la vista de esas montañas que miramos hoy como una esperanza de mejora, reunión que permitirá crear el "Primer plantel teórico práctico de la ciencia que hoy honran todos los pueblos civilizados, la agricultura, la cultura de la tierra, hasta hoy única riqueza de San Juan que sin este terreno, la Quinta Normal no hubiera podido realizarse”.