Cuando el presidente chino Hu Jintao visite Latinoamérica esta semana, habrá muchos discursos celebrando el explosivo crecimiento del comercio con la región. Sin embargo, hay señales que este romance comercial se enfriará en los próximos años. Las enormes compras chinas de materias primas latinoamericanas fue un regalo del cielo: el comercio bilateral aumentó de 10.000 millones de dólares en 2000 a más de u$s 140.000 millones en 2008, y ayudó a sobrevivir a la crisis mundial.

Pero los economistas afirman que aunque las relaciones comerciales entre China y Latinoamérica seguirán creciendo, lo harán a un ritmo más lento. Me llamó la atención un estudio de la Comisión Económica para América latina y el Caribe de la ONU (Cepal), publicado en víspera de la visita de Hu a Brasil, Chile y Venezuela, que se inicia mañana. Según la Cepal, el comercio entre China y Latinoamérica, que creció a tasas del 30% anual en la última década, caerá a la mitad: 15% de ahora a 2020.

Entre los nubarrones en el horizonte se cuentan: Las exportaciones regionales a China dependen de un pequeño número de materias primas. Ya sea la soja argentina o brasilera, el cobre de Chile y Perú o el petróleo de Venezuela, se depende de un solo producto, que en varios casos convierte a China en su primer socio comercial. ¿Qué ocurrirá si una sequía, nuevos competidores extranjeros o una disputa frenan esta exportaciones? La reciente decisión china de suspender las importaciones del aceite de soja argentino -u$s 200 millones anuales- es un recordatorio de la enorme vulnerabilidad latinoamericana si no diversifica sus exportaciones.

Osvaldo Rosales, director de la Cepal, me dijo que "nos estamos conectando con el motor de la economía mundial del siglo XXI (China) con exportaciones del siglo XIX. Eso es positivo a corto plazo, pero a mediano plazo crea una dependencia de unos pocos productos básicos con poco valor agregado, que generan menos empleos que las ventas de manufacturas o de servicios".

El acuerdo de libre comercio entre China y los 10 países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean), que entró en vigor el 1ro. de enero, perjudicará a las exportaciones latinoamericanas. Ahora, naciones como Vietnam, Filipinas, Malasia e Indonesia pueden exportar frutas, vegetales, hierro y manufacturas a China sin pagar impuestos aduaneros, hace más difícil vender productos a China, según Rosales. Además, las monedas fuertes dificultarán la competencia. Brasil, ha fortalecido su moneda en más de un 20% en los últimos doce meses, lo que hace que sus productos sean más caros en el exterior. Rosales aconseja negociar un amplio acuerdo económico con China para generar inversiones y poder venderle más productos manufacturados.

Mi opinión: La idea de un acuerdo económico entre Latinoamérica y China es muy buena, pero la gran pregunta es si Brasil estaría de acuerdo. Es por lejos el mayor socio comercial de China en la región -Hu visita ael país por tercera vez-, y siente que no necesita compañía para negociar con China. Lo que urge en Latinoamérica es diversificar sus exportaciones, añadiendo valor a las materias primas e innovando para producir nuevos productos exportables. De otra manera, el aumento de las exportaciones a China será un fenómeno pasajero, y la región habrá desperdiciado una de sus más grandes oportunidades comerciales de la historia.

"EN ESTE MOMENTO momento, cada gobierno latinoamericano negocia su propio acuerdo bilateral con China, y los países no tienen suficiente poder de negociación para conseguir concesiones importantes."