En este 200 aniversario del Cruce de los Andes, los sanjuaninos debemos mostrar la importancia que tuvo esta tierra para la libertad de la América del Sur.  



Los pórticos de ingreso a Calingasta deberían llevar esta leyenda. Sería un justo reconocimiento de la importancia del Paso de los Patos para la historia americana y un reencuentro de los calingastinos de hoy con su pasado glorioso. San Juan lo debería declarar Paso Patrimonio Provincial, pues fue uno de los caminos de la integración con Chile en época colonial y bien avanzado el siglo XIX. 


Calingasta fue el único departamento que vio pasar en dos ocasiones a José de San Martín. La primera en julio de 1815, como Gobernador Intendente de Cuyo recorriendo la cordillera en Iglesia y Calingasta, para reconocer los pasos por donde se podía invadir a través de San Juan. Y la más trascendente, en enero de 1817, al cruzar el Padre de la Patria con el grueso de Ejército de los Andes con 3.774 hombres de armas, 1.200 milicianos, más de 10.000 mulas, 1.700 caballos, 700 reses y el parque menor de artillería que podía ser transportado. Eso lo destaca como el paso más importante entre los seis que sirvieron al Ejército Libertador. 


Nos preguntamos cómo un movimiento de tal magnitud pudo atravesar como un ejército fantasmal sin ser visto por el enemigo. Como pudo caer en el ardid Marcó del Pont, autoridad realista de Chile al mando de operativo de defensa del territorio trasandino. El Paso de los Patos era el camino más directo a Santiago pero para cruzarlo con poco bagaje. Fue el camino del exilio de Domingo F. Sarmiento y utilizado por José Ignacio de la Roza y Francisco Narciso Laprida para sus estudios a la Universidad de San Felipe. Fue el camino transitado por Fray Justo Santa María de Oro. De ahí el justo apelativo de "Sendero de Patriotas" sugerido por un vecino en ocasión de unas jornadas organizadas por la Junta de Estudios Históricos de San Juan en Calingasta. 


Una gran cruz debería ser colocada en este sendero de la libertad americana, en cristiana recordación de aquellos que no pudieron completar la travesía andina por el rigor del cruce. Es el mismo San Martín en carta a Miller que relata las desventuras causadas por la dureza del paso y los efectos que sobre su tropa causó el Soroche: "La puna atacó a la mayor parte del ejército, de cuyas resultas perecieron varios soldados". Y Leopoldo Ornstein rescata este sufrimiento y destaca el papel que la Sanidad cumplió para evitar mayores pérdidas humanas: "...Nada hemos hablado sobre el mal de ojos, causado por los fuertes rayos solares, al reverberar estos sobre la nieve. Pero sabemos que el frío atormentó terriblemente a la tropa, no obstante toda la sabia y acertada previsión de San Martín". 


Mendoza con su Comisión del Bicentenario del Cruce de los Andes ha realizado varios homenajes durante este mes, resaltando su papel en la gesta andina. San Juan no debe quedarse atrás, necesita rescatar este momento de la historia patria y la americana que lo tuvo como protagonista central.  


La recordación de la gesta, donde jugó un papel principal nuestra provincia, era un deseo del mismo San Martín: "Estoy al cabo de los grandes sacrificios que ha hecho ese pueblo y toda la provincia (Cuyo) que sólo pueden ser compensados con el conocimiento eterno de millares de generaciones americanas".