Como la mayoría de las encuestas aseguran y Maduro gana, a pesar de que Henrique Capriles está remontando en los sondeos de opinión, todo dependerá del margen con que gane el oficialismo, y de si Capriles admite su derrota. Puede que no lo haga. Según fuentes venezolanas bien informadas, hay cinco escenarios de lo que puede ocurrir después de la elección para elegir al sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez.

El primer escenario es la clara victoria de Maduro, el heredero designado por Chávez, que gana por más del 10% de los votos, y gobierna con cierta legitimidad de origen. Su victoria concluyente no le deja a Capriles más opción que conceder, y las quejas sobre un proceso electoral fraudulento -en el que el gobierno no sólo ha controlado casi todos los medios, sino que compra votos e intimida a la oposición- suenan como excusas de perdedor. Venezuela se convierte progresivamente una dictadura electa.

El segundo escenario es la victoria de Maduro seguida por el caos a mediano plazo. Su gobierno implosiona durante los próximos dos años por una combinación de la inflación más alta de Latinoamérica, la incapacidad de mantener los subsidios estatales con el estancamiento de los precios del petróleo, y las divisiones internas de la corruptocracia chavista. Hay protestas en las calles, y los militares se niegan reprimir pese a la afirmación del ministro de defensa Diego Molero de que el ejército es "’anti-imperialista, socialista y chavista”. Grupos paramilitares atacan a los manifestantes, provocando una reacción internacional y obligando al gobierno a convocar a elecciones adelantadas.

El tercer escenario: Una victoria no tan clara de Maduro con el 5%, seguida por un período de calma antes de la tormenta. Cuba, que maneja a Maduro y quiere estabilidad en Venezuela para poder seguir recibiendo sus subsidios petroleros, recomienda a Maduro reanudar su diálogo con Estados Unidos para normalizar la situación interna. Pero a medida que la economía venezolana se derrumba, Maduro necesita un chivo expiatorio, y resucita sus teorías conspirativas de EEUU, y que quiere matarlo. Venezuela entra en un período de inestabilidad y Maduro convoca elecciones anticipadas.

El cuarto escenario sería una cuestionable victoria de Maduro por un 2% de los votos, que Capriles denuncia como fraudulenta con protestas callejeras por lo que consideran una elección robada. Quinto escenario: Gana Capriles, y Maduro debe aceptar su derrota. Tal como en Nicaragua en 1990, cuando la oposición derrotó inesperadamente al sandinismo, un victorioso Capriles asume el poder, pero, con casi todas las instituciones en manos chavistas, y obligado a tomar medidas impopulares de austeridad, Capriles se ve obligado a formar un gobierno de coalición.

Mi opinión: No me sorprendería si vemos el tercer o cuarto escenario en Venezuela, o sea una clara victoria de Maduro con un período de calma antes de la tormenta, o una victoria no tan clara que marque el principio del fin de la fiesta petro-populista chavista. En cualquier caso, Maduro deberá enfrentar un futuro sombrío. Heredará una economía que se cae en pedazos, cortesía del despilfarro y la incompetencia que han dejado a Venezuela aún más petro-dependiente, menos industrializada y con peores niveles educativos que antes, pese a haberse beneficiado de la mayor bonanza petrolera de la historia reciente.