En un país, en el que las economías regionales afrontan graves inconvenientes no es raro que organismos creados para ofrecer asistencia o asesoramiento técnico a los pequeños y medianos productores también deban soportar dificultades financieras para poder funcionar. Este es el caso de la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina) que antes del inicio del segundo semestre del año pasó por algunas dificultades financieras que estuvieron a punto de provocar el cierre de algunos de los 14 Centros de Desarrollo Vitivinícola que funcionan en las principales provincias productoras. Se requerían alrededor de $ 8 millones que finalmente se consiguieron de fondos propios del organismo y de aportes del gobierno nacional y de las provincias vitivinícolas.


La Coviar es un organismo que gestiona y coordina el Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020, administrando recursos aportados por los propios viñateros, los bodegueros y los gobiernos provinciales, nacional e internacionales interesados en financiar acciones para concretar objetivos del Plan Estratégico. De la misa forma esta corporación es la mesa que reúne a todos los actores de la vitivinicultura argentina.


Dentro del accionar de la Coviar, están los Centros de Desarrollo Vitivinícola que funcionan con recursos del organismo y por medio del INTA como unidad ejecutora. Estos comenzaron a funcionar en 2006, dos años después de la creación de la Coviar, por lo que acaban de cumplir más de 10 años desde que se abocaron a identificar necesidades y demandas y definir estrategias para el desarrollo de la vitivinicultura.


Muchos no están de acuerdo con el funcionamiento de esta superestructura de la Corporación, ya que su accionar no ha sido capaz de revertir los numerosos inconvenientes que afronta actualmente la vitivinicultura, entre ellos el ingreso de vinos chilenos al país, y otras medidas que perjudican a esta industria. Otros aseguran que no es trascendente el aporte que la entidad hace a los pequeños y medianos productores y que no deja de ser un organismo burocrático que maneja un abultado presupuesto. En la Coviar se encargan de aclarar que, específicamente, la tarea de los Centros de Desarrollo Vitícola se ha focalizado en capacitaciones a productores sobre aspectos productivos y empresariales, desempeñado también una tarea fundamental de asistencia a través de ingenieros agrónomos y técnicos. Los Centros son además el espacio de vinculación de la vitivinicultura local con las instituciones. Cada uno de ellos cuenta con un Consejo Local Asesor integrado por diversos actores del sector público y privado (institutos, universidades, cámaras empresarias y municipalidades) que diseñan e implementan las estrategias de cada Centro.

Autoridades de la Corporación se reunirán la próxima semana con el presidente Macri con una agenda que no incluye el tema de la importación de vinos.

El próximo 14 del corriente, la Corporación será recibida por el presidente Mauricio Macri, a quien se le plantearán las principales necesidades del sector, entre ellas el aumento de los reintegros y fondos para implementar el Proviar II. Aunque desde la Asociación de Viñateros Independientes y desde la Federación de Viñateros han cuestionado que en la agenda no estén incluidos temas como el de la importación de vino, que tan mal le hace al sector.