Esta semana hubo una reunión de ministros con el gobernador Sergio Uñac que llamó la atención por dos "incidentes" protagonizados por Tulio Abel Del Bono y Raúl Tello, secretarios de Ciencia y Ambiente respectivamente. Esas situaciones terminaron tapando el mensaje original, que fue orden de Uñac a sus colaboradores: armar equipos. Aunque suene obvio, el mandatario debió insistirles en esa línea porque hay ministros que provocan problemas por funcionar en soledad, estrategia que va a contramano de lo que Uñac quiere y hace en su gestión. Es interesante de analizar, porque la movida uñaquista raya lo peligroso, a juzgar incluso por los ejemplos de Del Bono y Tello. Hay secretarios y directores que funcionan mucho mejor que sus jefes, que están mejor dotados técnicamente y que lograron aprender el manejo político que hace falta para sobrevivir en esta complicada actividad. ¿Cambios? Puede haber algunos e iban a haber más, pero las urnas hablaron y Uñac quiere respetar ese mensaje.


No vale la pena citar casos, pero existen. Varios de los ministros que eligió el gobernador al asumir tienen casi nula trayectoria política, y eso se nota en el día a día. Cástor Sánchez (Salud) y Felipe de los Ríos (Educación), por ejemplo, van transitando esa vida política a la par de sus responsabilidades en la función pública. El primero es foco permanente de críticas, incluso dentro del equipo uñaquista. Y el segundo ya no tiene a quién echarle la culpa de sus metidas de pata. Esto no quiere decir que Uñac quiera echarlos, o sí, nadie lo sabe. Sí, son claros ejemplos de ministerios en los que no han podido armar los equipos que reclama el mandatario. Si el mensaje fue orientado específicamente a ellos o no, no se sabe, o al menos yo no lo sé. Pero es difícil que sea de esa forma, porque al mandatario no le debería hacer falta una reunión de gabinete para orientar solamente a dos de los trece ministros y secretarios que tiene.


Se divulgó, vaya a saber por qué, que la estrategia era poner en valor las segundas líneas, pero en realidad la idea es que los que están en ese rango del Ejecutivo, trabajen más. Que lo hagan junto a sus ministros, pero que lo hagan. Que se hagan cargo de las audiencias, que viajen si tienen que hacerlo y que estén atentos a los presupuestos, ya que en alguna área han detectado también cierto grado de subejecución, es decir, no han gastado la plata que tenían asignada, lo que habla de falta de gestión. Eso, en algunos casos, como también hay otros en los que los secretarios y directores casi llevan los ministerios. Suele pasar que para divulgar algún que otro tema, algunos ministros (los menos), suelen consultar antes con sus asesores, porque no están al tanto en detalle de las iniciativas. Esos secretarios o directores suelen cansarse de estar siempre uno o dos escalones abajo y suelen presionar a sus ministros para ascender, lo que a veces genera roces. Ahora, tras la orden de Uñac, esas personas van a tener más oportunidad, veremos cómo controlan esas ansias los ministros.

¿Qué pasó con Del Bono y Tello? varios voceros no oficiales reconstruyeron parte de lo ocurrido en la reunión de gabinete: el titular de Ciencia y Técnica se animó a pedir mayor presencia en los medios, criticando levemente el trabajo de la Subsecretaría de Información Pública, a cargo de Juan Flores. Esa opinión no duró más de dos segundos, porque otros dos ministros le salieron al cruce, elegantemente, con opiniones totalmente distintas. Con Tello, a pesar de que él lo negó esta semana en una entrevista radial, el incidente fue un poco más pesado. Distintas fuentes dijeron que el giojista se animó a cuestionar el trabajo político de Uñac y del resto del equipo que él mismo integra. Uñac, aseguran, lo cortó en seco. "Quedate que después quiero hablar con vos", habría sido la respuesta del mandatario al funcionario. ¿Uno de los cambios? No es un secreto decir que nadie defiende a Tello en el Gabinete, pero de ahí a la expulsión, hay mucho aún. 



El Gobernador tenía pensado antes de la elección al menos dos cambios, pero el casi 55 por ciento de los votos lo obligó a reaccionar hacia atrás. Veremos ahora, ya que la línea ha cambiado un poco. En definitiva, no está mal lo de armar equipos, pero vamos a ver en este contexto cómo lo resuelven en los trece ministerios y secretarías de Estado, no es algo fácil.