La fragata de guerra argentina "Heroína", comandada por el coronel de marina David Jewet, desembarcó el 6 de noviembre de 1820 y enarboló la bandera patria en las Islas Malvinas.

El 10 de junio se conmemora el "Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre la Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico". La historia nos dice acerca de una serie de episodios ocurridos en nuestras queridas Islas Malvinas -llamadas con nostalgia por Atahualpa Yupanqui "la hermanita perdida"-. En estos tiempos se hace necesario tomar conciencia en las nuevas generaciones de la importancia de la soberanía argentina sobre estos territorios usurpados en 1833 por Gran Bretaña. 


Se analizan estos sucesos a partir de una disposición que tomó el gobierno de Buenos Aires en aquel convulsionado año de 1820. Fue cuando se tomó posesión formal del archipiélago malvinense ocupando Puerto Soledad. La fragata de guerra argentina "Heroína", comandada por el coronel de marina David Jewet, desembarcó el 6 de noviembre y enarboló el pabellón azul y blanco en el mástil del fuerte. Cumplió además con otros actos protocolares, como una salva de 21 cañonazos en presencia de varios buques extranjeros que estaban allí. Luego envió una misiva en nombre de nuestra Nación a todos los comandantes de estas naves, informándoles la total prohibición de pescar en aguas jurisdiccionales y de adueñarse del ganado que ya había en las islas. Conjuntamente se realizaron varias donaciones de tierra y se fundaron algunas colonias, con el claro objetivo de ratificar nuestra autoridad. 

Coronel de marina David Jewet


Así llegamos al 10 de junio de 1829, año en que el gobernador delegado de Buenos Aires, General Martín Rodríguez creó por potestad de la ley la "Comandancia Civil y Militar de las Islas Malvinas y sus Adyacencias". En los preliminares de este decreto, se fundamenta que: "Cuando, por la gloriosa Revolución del 25 en mayo de 1810, estas provincias se separaron de la Metrópoli, España estaba en posesión efectiva de las islas Malvinas y todas las otras cercanas al Cabo de Hornos. Se halló justificada aquella posesión por el derecho de primer ocupante, por consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían".


Se cuenta que los diarios de la época señalaron con énfasis la importancia de esta medida. Se la consideró como una significativa y acertada disposición dictada por aquel gobierno, incluso se apunta que en cierta medida enmendaba la apatía de las gestiones anteriores hacia "aquella porción considerable del territorio de la República". En otros de los puntos de este decreto, se nombra a don Luis Vernet, comandante político y militar de las islas.


A escasos días de esta medida este comerciante alemán nacido en 1791, llegó a las Malvinas en el bergantín "Betsy", acompañado de su propia familia y de un grupo de 50 personas, algunos de ellos colonos alemanes. El 14 de julio de 1829 arribó a Puerto Soledad, tomando posesión de su flamante cargo.

Por Edmundo Jorge Delgado
Profesor - Magister en Historia