El caos vehicular, a la hora de entrada o salida de las escuelas, sigue siendo un problema sin solución en numerosos establecimientos educativos de la provincia donde a diario se presentan situaciones muy peligrosas tanto para los alumnos y docentes, como también para los transitan en vehículos por las inmediaciones. El caso de una nena atropellada y muerta, hace unos días, en las inmediaciones de una escuela de Caucete se suma a otros accidentes menores, pero no por ello menos preocupantes, frente a otros establecimientos céntricos y de zonas alejadas.
El problema lo crea la gran cantidad de vehículos de padres de alumnos y de transporte escolar estacionandos en doble fila o en lugares inapropiados frente a las escuelas, y el intenso tránsito en horarios pico por calles que en general son angostas y en las que se permite estacionar a ambos costados, obstaculizando la visión en sitios que deberían estar despejados por razones de seguridad.
En algunos casos se observa la presencia policial de tránsito, de agentes municipales o de grupos de orientadores viales que realizan tareas de vigilancia o de ordenamiento vehicular, pero esta labor muchas veces no es suficiente para solucionar el riesgo al que se exponen los alumnos al cruzar la calle en el camino de regreso a sus hogares. Además, esto ocurre solo en algunos establecimientos mientras que la gran mayoría carece de este tipo de apoyo.
Se impone con urgencia implementar un protocolo que establezca medidas de seguridad y prevención a la salida o entrada de los colegios, como una forma de evitar accidentes o el sobresalto diario al que se exponen padres y docentes.