A la izquierda, el Dr. Bartley Griffith, quien realizó la operación a David Bennett, a la derecha en la imagen. Foto: Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.

Un hombre estadounidense, de 57 años, a quien el médico le dijo: "No tengo otra salida: sólo hay luz si autorizas a un trasplante de corazón de cerdo". David Bennett quedó estupefacto. Pero decidió aceptar el desafío. Fue el primer xenotrasplante que se hizo en la Universidad de Maryland, el pasado 7 de enero de este año. La operación duró ocho horas y resultó con éxito. El paciente todavía está vinculado a las máquinas que le han dado una nueva oportunidad de vida. Más todavía, ahora comienza a brindar entrevistas por escrito desde los más variados periódicos del mundo. 


Bennet padecía de una grave patología cardíaca y su médico, Bartley Griffith, le ha implantado un corazón de cerdo genéticamente modificado. Hoy ese corazón sigue latiendo y dando vida a una persona humana que confió en la ciencia. Pero para ello, el ahora feliz paciente Bennett, que nunca estuvo en lista de espera de un órgano humano, hizo previamente el pedido de una autorización extraordinaria para el procedimiento. 


El animal que ha sido inmolado viene de un criadero "biotech", y los investigadores han intervenido sobre doce genes de los cerdos. Tres, responsables del fuerte rechazo que caracteriza los trasplantes entre especies diversas, han sido silenciados. Seis genes han sido insertados para contribuir al control del proceso de respuesta inmunitaria, y un último gen ha sido eliminado para evitar el crecimiento excesivo del órgano. El equipo médico ha usado también un nuevo fármaco experimental para impedir el rechazo del paciente -específicamente, de su sistema inmunitario- del nuevo corazón. 


La atención de la comunidad médica mundial y de tantas personas necesitadas de un trasplante de corazón, siguen de cerca el curso del posoperatorio de Bennett. Para dar sólo una cifra que nos llega desde EEUU: son 107.000 en lista de espera, y 17 de ellos mueren cada día. 


Ética del xenotrasplante
El uso de los animales puede ser justificado, pero sólo si se lo requiere para alcanzar un bien relevante y significativo para el hombre: y este es el caso de la utilización de los animales para la extracción de órganos y tejidos para trasplante, aun cuando ello implicase la necesidad de experimentación y/o modificación genética en ellos. Sin embargo, aún en esta perspectiva, es una exigencia ética que, al usar animales, el hombre tenga presente algunas observaciones tales como: evitarles a los animales sufrimientos no necesarios, respetar los criterios de verdadera necesidad y razonabilidad, evitar la modificación genética no controlable que pueda alterar de modo significativo la biodiversidad y el equilibrio de las especies en el mundo animal.


Desde el punto de vista teológico moral, no aparece, por el contrario, sustancialmente relevante la cuestión de la utilización de las diferentes especies animales (por ejemplo, primates no humanos, o no primates), siempre que quede abierta la evaluación de las diversas sensibilidades en animales de especies diferentes y sobre el equilibrio, tanto entre las diversas especies como al interior de la misma especie. Cuidemos al hombre y cuidemos también la creación toda.

Por Pbro. Dr. José Juan García
Vicerrector Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo)