Esta semana se dio un paso más en el desarrollo del futuro Túnel Agua Negra. En una ceremonia en Santiago, las empresas interesadas en construir esta gran obra de ingeniería entregaron la documentación solicitada en la licitación.
Es un paso más dentro de una extensa historia de encuentros y desencuentros que han tenido lugar en el Paso Agua Negra. Acontecimientos que han cimentado una cultura que compartimos a ambos lados de Los Andes, cordillera que debe ser vista como punto geográfico que nos une.
El intercambio social, económico y cultural siempre ha estado presente en estos parajes, así como también, el deseo de implementar la infraestructura necesaria para ello. Resulta llamativo saber que en 1862 se inauguró la línea férrea que unía el puerto de Coquimbo con La Serena, que posteriormente se prolongó hacia el interior del Valle de Elqui, hasta la localidad de Rivadavia. En esos tiempos, rondaba una idea más ambiciosa: unir Coquimbo con San Juan, lo que nunca se concretó. Antes y después de este hecho, fueron muchos los que tuvieron el anhelo que en el día de hoy, ya toma un curso más definido.
Es de esperar que las empresas interesadas en formar parte de este proyecto emblemático, sean concientes del peso histórico que posee esta iniciativa; son tantas las personas y gobiernos que a través de centurias han soñado con ver concretada una obra de este tipo. Ante este escenario, quienes sean elegidos para tal misión, deben tener experticia técnica, pero también, deben poner su corazón y deseo de hacer bien las cosas para lograr la materialización de este Túnel con el compromiso que se requiere en tal magna construcción.
