A poco de haber concluido el receso de invierno, ese período que para algunos -para los que tomaron vacaciones- representó descanso y relajamiento necesario para recomenzar todas las actividades. A los que están relacionados con los servicios turísticos implica también un relajamiento, pero para evaluar si se cumplió bien con la actividad, si se vendió bien la provincia, si el turista se fue conforme y con deseos de volver y si se ha conseguido que ese turismo recomiende a otras personas nuestra provincia como lugar para visitar.

 

El centro de la ciudad de San Juan ha ganado protagonismo dentro de los atractivos turísticos.

 

 

Se han difundido informes sobre la importante ocupación hotelera que hubo en todo el país. Considero que San Juan no fue la excepción y, con o sin estadísticas, me animo a decir que lo que observé en nuestra provincia fue un gran movimiento de personas.

Tengo permanente contacto con los turistas y converso con ellos sobre su origen, dónde estuvieron, para dónde van, etc. Y quedé muy conforme por las respuestas que me dieron, cuando les consulté sobre su parecer de nuestra provincia. Todos se mostraron satisfechos, les gustó los lugares visitados y la vieron diferente a otros sitios que recorrieron anteriormente. Esto último es lógico porque al tener un país tan amplio de Norte a Sur y de Este a Oeste, nos encontramos, a medida que lo recorremos, con los más variados paisajes y costumbres.

Lo bueno que en San Juan todo les llamó la atención, especialmente la ciudad, por nueva arquitectura y por lo amplio de sus calles y veredas. Lo que les molestó fue los trabajos de poda que se realizaron en el preciso momento que había más turistas en la provincia, algo que debería corregirse.

Otro aspecto que me llenó de satisfacción y orgullo fue la imagen que los turistas se llevaron de nosotros, los sanjuaninos. Dijeron que somos atentos, amables y tranquilos. Les agradó nuestra forma lenta y sin apuros de caminar y hablar.

Uno de los aspectos que más me agradan analizar es cuando se le pregunta a los turistas sobre los lugares visitados y solamente nombran sitios sin referirse al contenido de los mismos. Es cuando digo que el sitio tiene importancia por su contenido, sino pasa a ser como si se mirara una postal, muy linda pero nada más.

Es por eso que a San Juan tenemos que mostrarlo con su identidad.

Es muy buena la promoción realizada por Turismo, tanto por folletería como a través de la participación en exposiciones realizadas a nivel nacional y también internacional.

Pero, como expreso en este mismo texto, sigue faltando mostrar más la identidad de San Juan y de sus habitantes. Hay que mostrar las diferencias paisajísticas y culturales, como por ejemplo la preparación de las sopaipillas, el asado de punta de espalda, el que debe ser a las brasas y no a las llamas como algunos lo están haciendo.

Debemos planificar y prepararnos para el visitante, no sólo en folletería, que fue muy buena, sino en el contenido, es decir en la esencia de la provincia.

 

Por María Teresa Forradellas   Licenciada en Turismo.