La gran incógnita del hombre está inscripta en el interrogante de su génesis y de su destino final. A pesar de las creencias, la ciencia y testimonios de la historia, el gran enigma de la humanidad ha girado en torno a extremos intrigantes sobre sus orígenes en el afán por descubrir de dónde viene, y su pertinaz búsqueda por conocer su destino en la hora fatal de la existencia. Los descubrimientos que arrojan saldos importantes respectos de los rastros vivenciales de la existencia son cada vez más evidentes de lo imaginado, pueden revelar qué hubo antes de nosotros y quiénes caminaron antaño los entretelones de un tiempo que aún hoy no ha sido realmente descifrado. En esa búsqueda constante de la humanidad por reconocerse fehacientemente, unos fósiles hallados en el suroeste de China podrían pertenecer a una especie humana hasta ahora desconocida. Al respecto, un equipo de expertos chinos y australianos publicó la investigación indicando que los restos presentan una inusual mezcla de rasgos físicos arcaicos y modernos, con una antigüedad de entre 14.500 y 11.500 años. El descubrimiento es una puerta en la perspectiva expuesta porque hasta ahora había que remontarse más de 100.000 años para encontrar en el mundo fósiles que no fueran del Homo sapiens.

Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, encabezó la investigación junto con Ji Xueping, del Instituto de Arqueología de Yunnan, sostienen que estos nuevos fósiles pueden ser de una especie antes desconocida que sobrevivió hasta el final de la Edad de Hielo, hace unos 11.000 años y podría tratarse de representantes de una migración muy temprana y desconocida de hombres desde África que, sin embargo, no contribuyeron genéticamente al hombre actual.