Se cumplieron ayer 19 años del horroroso atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), provocando la muerte a 85 personas y dejando gravemente heridas a otras 300 sin que se haya avanzado con certeza en la investigación para identificar fehacientemente a los ejecutores materiales e ideólogos de la masacre. La politización del caso, cuando se encamina hacia las dos décadas, lejos de dilucidarse se nutre de elementos de dudosa efectividad para llegar a la verdad.

Entre otros, el polémico memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán, firmado el enero último, a fin de revisar las actuaciones en la causa, lo que creó muchas dudas acerca del futuro de los ocho ciudadanos iraníes, entre ellos ex altos funcionarios de Teherán, que tienen pedido de captura internacional por el atentado. Más allá de la ruptura de la comunidad judía con las autoridades nacionales por este giro inesperado, Israel pidió al Gobierno que "’no desista” y que haga "’todos los esfuerzos necesarios” para llevar a los responsables del ataque a la Justicia.

En la nota a la Casa Rosada, el Gobierno de Benjamín Netanyahu recuerda a las autoridades argentinas que oportunamente publicaron un informe hecho por un fiscal especial, donde se indicaba que el Gobierno de Irán y su brazo ejecutivo, Hezbollah, estaban detrás del atentado, y "’las personas detestables que lo pensaron, planearon y llevaron a cabo este crimen horrendo siguen caminando entre nosotros, libres para planear y ejecutar otros actos terroristas en todo el mundo”, expresa. El documento, con cuidado texto diplomático, resume el pensamiento unánime de un reclamo para no desistir y hacer todos los esfuerzos para que se haga justicia.