El plan de reforma migratoria del presidente Barack Obama incluye un gran aumento de visas para estudiantes extranjeros que se gradúen en ciencias e ingeniería, que planteará un enorme desafío para China, India y Latinoamérica: los países emergentes tendrán que ponerse las pilas para retener a sus mejores cerebros, o sufrirán la mayor fuga de cerebros de la historia reciente.
La competencia global para atraer talentos ya ha comenzado. Canadá, Australia, Singapur, Brasil y Chile han aprobado recientemente medidas para a atraer científicos, ingenieros y emprendedores de alta tecnología. Ahora, si EEUU -la economía más grande del mundo- se suma a la carrera, la competencia global por profesionales altamente calificados será feroz.
Según un proyecto de ley bipartidista conocido como el Acta de Inmigración-Innovación, EEUU eliminaría las restricciones a las visas de trabajadores graduados en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática en universidades estadounidenses, y duplicaría el cupo de visas para inmigrantes altamente calificados, incluyendo enfermeras y programadores de computación.
El proyecto de ley, que probablemente pase a formar parte del plan de inmigración de Obama, tiene muy buenas posibilidades de ser aprobado en el Congreso. Ambos partidos coinciden en la necesidad de aumentar drásticamente el número de visas de científicos e ingenieros extranjeros para ayudar a que la economía estadounidense se haga más competitiva.
Hoy día, casi todas las visas de Estados Unidos se conceden en base a los vínculos familiares, y no a la profesión de los postulantes. En EEUU, sólo el 7% de las visas son otorgadas en base a las capacidades profesionales, comparado con el 25% en Canadá, el 42% en Australia, el 58% en Inglaterra, el 80% en Suiza y el 81% en Corea del Sur, según un estudio reciente de la Sociedad Para una Nueva Economía Americana.
Según el nuevo proyecto de ley de EEUU, el número de visas para extranjeros altamente capacitados aumentaría de las actuales 140.000 anuales a unas 280.000.
Entonces, ¿qué deberían hacer los países latinoamericanos? Casi todos los expertos coinciden en que los países de la región tendrán que producir más y mejores científicos e ingenieros, y proporcionar un mejor clima de negocios a sus sectores tecnológicos, para no quedarse atrás. En este momento, sólo alrededor del 14% de los estudiantes latinoamericanos estudian ciencias e ingeniería, y no hay ninguna universidad latinoamericana que figure en los principales lugares de las mejores 150 universidades del mundo.
Además, pocos países de la región con excepciones, incluyendo a Chile y Brasil, dan grandes incentivos impositivos o financiación para nuevas industrias tecnológicas.
Mi opinión: Si los países latinoamericanos actúan con inteligencia y se insertan en la nueva economía global del conocimiento -por ejemplo, aumentando sus convenios de titulación conjunta con universidades extranjeras, ofreciendo mejores condiciones de trabajo a sus graduados en el exterior, y creando un clima de negocios más amistoso hacia los inversores en alta tecnología- podrían beneficiarse de la creciente competencia mundial por el talento.
Podrían convertir lo que antes se llamaba ‘fuga de cerebros’ en una ‘circulación de cerebros’, tal como lo han hecho exitosamente China, India, Taiwán, Corea del Sur y otros países.
Estos últimos se beneficiaron al enviar a decenas de miles de sus mejores estudiantes a EEUU, y luego recibirlos de regreso en calidad de inversionistas, funcionarios públicos o profesores universitarios.
Pero si los países latinoamericanos se quedan con los brazos cruzados, probablemente veremos la mayor fuga de cerebros de los últimos tiempos.
