El Museo y Biblioteca de la Memoria Urbana, dependiente de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, cumple cuatro años el 2 de febrero. Su paulatino crecimiento lo ha convertido en orgullo de los sanjuaninos y en recorrido obligado de quienes visitan San Juan.
Las ciudades tienen construcciones que son manifestaciones culturales de un pueblo, y San Juan ha pasado por distintas circunstancias en el devenir arquitectónico y urbanístico. En ella se inscriben los acontecimientos humanos, con sus múltiples lecturas, como resultado de un modelo urbano particular y escenario de transformaciones históricas y hechos relevantes.
De todo ello se encuentra información en este museo, poniendo énfasis en lo que los sanjuaninos construimos y lo que nuestros antepasados soñaron.
Aristóteles catalogaba a la ciudad como el espacio público, vital y humanizante donde la sociedad se reúne para compartir sus opiniones, evaluar propuestas y elegir la mejor decisión. Hanna Arendt define el espacio público como el lugar de la aparición y legitimación frente a otros, condición que convierte a las personas en ciudadanos. Tomando en cuenta estos conceptos, es indudable que el espacio público cumple una función política: es un proveedor de identidad. Desde los griegos hasta la actualidad, el espacio público ha sufrido varios cambios, especialmente en su diseño y función. En las ciudades griegas el espacio público tenía más comodidades que un espacio privado, ya que éste era el lugar de reunión, donde se forjaba la democracia y el crecimiento intelectual de los ciudadanos.
Si se compara la ciudad de San Juan con una ciudad con miles de años, se puede pensar que tal vez sea difícil sobrellevar el peso de toda esa historia, de todo ese tiempo atrás, pero también es difícil no reconocer el pasado, carecer de los testimonios arquitectónicos, la imposibilidad de conocer lo que vivieron y qué vieron nuestros padres, abuelos, y bisabuelos, de aquello que en una mínima fracción de tiempo quedó interrumpido y destruido para siempre en 1944.
Es objetivo del museo recuperar, preservar y difundir la memoria urbana de la ciudad de San Juan, lograr que el visitante interprete y releve los significados que esta ciudad ofrece, para ello se ha traducido el lenguaje técnico del legado histórico, cultural y patrimonial, a una forma sencilla, comprensible para el público, para informarlo, entretenerlo y motivarlo al conocimiento de la esencia de San Juan y la de sus habitantes. El fin último perseguido es dejar en el visitante un entendimiento de por qué y en qué sentido es importante este lugar y las representaciones que aquí se exponen. Este espacio intenta poner de manifiesto una serie de particularidades comunes a los habitantes de la ciudad de San Juan, vinculadas con la resistencia ante los infortunios, la solidaridad ante las adversidades, la templanza para sobreponerse a las fatalidades, la fe en el futuro, la capacidad de reconstrucción, características éstas que sirven, por un lado, para distinguirlos ante los ojos de los visitantes, y por otro, para crear premisas para el auto reconocimiento, como parte integrante de una misma historia. Se establece pues, una identidad colectiva que traza y norma los mecanismos para la acción, conservación y desarrollo grupal.
En este museo se encuentran símbolos que permiten comprender la cultura sanjuanina, hay documentación, textos, objetos, imágenes, un simulador de sismo que ayudan a interpretar los contextos en que tuvieron lugar las cosas y los hechos. Existe también un espacio dedicado al pensamiento simbólico, que muestra a través del campo de las artes visuales, la literatura, la música como los artistas sanjuaninos han sido motivados por una serie de conceptos como: sismo ciudad desierto oasis memoria.
En el camino de reconstrucción de la memoria urbana se aborda el pensamiento artístico como fuente de información, referente de un tiempo y un espacio. En una zona árida y sísmica, San Juan con una historia geológica que devastó su ciudad capital, la presencia de la obra visual de los artistas locales, refleja la serie de conceptos, del contexto natural y cultural, que condicionan las producciones de sus discursos. El apoyo del intendente municipal, Dr. Marcelo Lima, y de su equipo de Cultura, ha sido y sigue siendo fundamental para seguir creciendo e imponiendo rigor a una iniciativa que hace cuatro años parecía un sueño y que ya ha tenido el reconocimiento de más de 120 mil personas que lo han visitado, tanto de Argentina como de más de quince países de todo el mundo.
(*) Bibliotecaria. Responsable Plan Municipal de Lectura Municipalidad de la Capital.