En la imagen, un grabado de la Edad Media de cómo se interpretaban estos fenómenos al momento de su referencia con las escrituras bíblicas, donde el profeta Ezequiel describe la llegada de extraterrestres a la tierra.( El libro bíblico de Ezequiel es el tercero de los Profetas Mayores en el Tanaj y uno de los principales libros proféticos del Antiguo Testamento, después de Isaías y Jeremías).


"Y aconteció que a los treinta años, en el mes cuarto, a cinco días del mes, estando yo en medio de los deportados junto al río Chebar; los cielos se abrieron, y ví visiones de Dios. Y miré y he aquí, un viento tempestuoso que venía del Norte, una gran nube, con un fuego envolvente y en derredor suyo un resplandor, y en el centro del fuego una cosa que parecía como el fulgor del electro, y en medio de ella, la figura de cuatro seres vivientes. Y éste era su parecer; había en ellos semejanza de hombre, sus pies de ellos eran rectos y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro, relucientes a manera de bronce muy bruñido. Y los seres iban y venían a manera de relámpagos. Y el aspecto de las ruedas y su estructura resplandecían como el crisolito, y los cuatro tenían una misma forma, y las ruedas parecían dispuestas como si una estuviese en medio de la otra, y las ruedas estaban cuajadas de ojos alrededor''.

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Cuando la ciencia, la técnica y el conocimiento científico actúan como soportes del aprendizaje no se puede suponer lo contrario a la construcción del saber. La Ciencia Ficción debe ser una herramienta necesaria para inducir al conocimiento, del cual no deben apartarse el mito, leyendas y relatos fantásticos o maravillosos y abordar las temáticas sin prejuicios.

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Recordemos que el conocimiento no tiene fronteras y la desconfianza y obstinación son propias del hombre adulto, pero no cualidades de los niños quienes tienen una plena capacidad de asombro y admiración por lo conocido o por conocer. Desde tiempos modernos se sostiene que el adulto debía "puerilizarse'', es decir, hacerse niño para preguntarse por todo y por ende, hacer filosofía. La filosofía como tal, no es para niños sino para adultos, sin embargo la ciencia, si lo es.

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De mi parte, el aporte a futuros aprendizajes y a manera de ejemplo didáctico propongo el título "Una máquina que vuela'' ya utilizado por algunos, pero sin la intención pedagógica que contemplo para el próximo curso diseñado en la reciente creación del "Profesorado de Filosofía Integral y Ciencia Ficción'' para el ámbito de la "Educación no formal asistemática en nuestra provincia'', dado a conocer en el artículo publicado por DIARIO DE CUYO como "Los nuevos profesorados'', publicado el 16 de diciembre de 2016. "Recordemos que para que el niño logre el conocimiento, el juego es la llave y la ciencia ficción, la puerta que le abre al saber''.

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