"Apuesto a que Fernández logre la victoria y se quede ocho años", dijo el gobernador Sergio Uñac en una entrevista radial que luego reprodujo este diario en su edición del 20 de octubre. Como están las cosas, Uñac reconoció con esas palabras que la continuidad de su proyecto es factible y le envió de manera encriptada un mensaje a sus posibles rivales internos. De paso, se puso la camiseta de "albertista" y colocó en un segundo plano al kirchnerismo, sector que, por lo que se vio el domingo de las elecciones en la noche, le pone más fichas a Axel Kicillof que al propio Fernández. De todas formas, todo aún es muy prematuro y hay que ver cómo hará Fernández para dominar a toda la tropa, que será la clave de la gobernabilidad de este histérico país.


El expresidente del Banco Central, Martín Redrado, dio una charla en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y habló del modelo "Néstor 2.0". Según el economista, Alberto sueña con una reedición del gobierno de Kirchner, quien se apoyó en los gobernadores peronistas porque había llegado con muy pocos votos a la Presidencia y su gobierno amaneció acechado por la oposición y los ruidos internos de un Justicialismo que no terminaba de acomodarse a las internas. Más o menos lo mismo que le ocurre hoy a Alberto F., pero con el kirchnerismo. Según Redrado, el presidente electo también piensa en un súper ministro de Economía, que domine Hacienda y que teja y soporte el peso político de las decisiones que terminen impactando negativamente en el bolsillo de los ciudadanos. Habrá muchas de esas. Se habla de un dólar de más de 70 pesos, negociaciones "extrañas" con el FMI, descongelamiento de tarifas, y otras medidas que el nuevo gobierno deberá tomar, porque no hay tiempo y porque el desastre que dejó el macrismo, no se puede arreglar en pocos días.

Mauricio Macri


Tampoco se sabe todavía qué hará Fernández con la famosa grieta, porque al revés de Mauricio Macri, no le quedan tantos enemigos que demonizar. Alberto no tendrá a Cristina del otro lado para hacer política, como le ocurrió al exjefe de la Ciudad de Buenos Aires. El mandatario electo no puede romper con el kirchnerismo, tendrá que dominarlos. Y Macri parece no querer irse. Es decir, Fernández no solamente tendrá que domar a su propio peronismo, si no que tendrá que domar también a la oposición que, se ve, no está cerca de la retirada. Salvo Elisa Carrió, nadie ha dicho que se va a su casa. Y es razonable. Hace 20 días perdían por 20 puntos y finalmente fueron siete. Macri quiere y puede volver, parece.


En este contexto, la situación política de Uñac ha mejorado sustancialmente. La suerte lo acompaña en dos escenarios: primero que ahora tendrá el mismo color político del Presidente electo. Y segundo, que esa persona necesitará aliados internos para escaparle al constante acecho kirchnerista. El modelo "Néstor 2.0" del que habla Redrado puede tener al sanjuanino en primera fila. De hecho más o menos eso viene ocurriendo. Fernández ha destacado en sus discursos no solamente el plan sanjuanino "Mis primeros mil días", también habló de la minería de San Juan y del modelo productivo que tiene la provincia. Tres acciones de gestión que nacieron del uñaquismo y que podrían servir de plataforma al nuevo gobierno nacional que arrancará el 10 de diciembre. El pocitano tiene una oportunidad de oro para hacerse valer de manera distinta y está tratando de hacerlo. La prueba más palpable es la posible incorporación de Alberto Hensel a la Secretaría de Minería de la Nación que, de confirmarse, será un paso político importante hacia adelante.