Para entender que es un algoritmo, podemos decir que son pasos ordenados o reglas basadas en datos informáticos. Con ellos "se procesan y analizan bases de datos para responder preguntas o resolver un problema, desarrollando herramientas que permiten anticipar lo que va a pasar, de manera automática''. 


Si bien se pueden aplicar en variadas áreas, son la mejor herramienta para obtener resultados en áreas comerciales o diferentes negocios, a través de las nuevas tecnologías informáticas que se canalizan por la red internet. 


En otro intento de definición se dice que los algoritmos son medios para lograr un fin, y no un fin en sí mismos. Ofrecen, a quienes sepan utilizarlos inteligentemente, una oportunidad de fidelización única de los clientes, basada en la comprensión de patrones de comportamiento y consumo. 


El especialista en algoritmos, Patricio O'Gorman, señala que cada vez que una persona realiza una búsqueda en internet, consulta un producto en cualquier tienda online o realiza una transacción en un portal, deja un "rastro digital+ que va formando una especie de ADN digital del consumidor. 


Recolectar datos, analizarlos, ordenarlos y generar reglas de comportamiento permite a las empresas mejorar sus resultados online, ya sea mejorando las ventas porque infieren lo que su cliente está buscando. Cualquiera puede comprobar que su "rastro digital+ hace impacto en los algoritmos realizando una búsqueda en algún portal o tienda online. Observará cómo operan los algoritmos en sus redes sociales, ofreciéndole el mismo producto o alguna de sus variantes en las próximas horas, posiblemente haciendo seguimiento por email si se encuentra registrado en el sitio de venta online. 


Agrega O'Gorman que para tener éxito con estos recursos, la empresa debe demostrar que realmente conoce a su cliente, y eso resultará en un algoritmo exitoso y construido a conciencia de la búsqueda del producto deseado ofrecido en el momento adecuado. 


Tomás Tecce, investigador en el Instituto de Tecnología de la Fundación UADE, señala que las empresas van evolucionando sus algoritmos en base a nuevos datos, conocimiento predictivo avanzado y la retroalimentación de los resultados. 


Se dice que la era de los algoritmos ya está entre nosotros, pero su éxito dependerá del esfuerzo que se ponga en alimentarlos con información relevante y la voluntad de cada empresa en utilizarlos no sólo para mejorar sus cifras de negocios, sino también para facilitarle la vida al usuario.