Un álbum de fotos es el libro donde se enmarcan o pegan imágenes para su conservación. Cuando el número es considerable se convierten en colección. Muchas veces al observar una foto antigua se ve la necesidad para comprenderla mejor, hacer un enfoque interdisciplinario, donde intervengan otras ramas del saber, así van apareciendo datos desconocidos y de gran importancia, que llenan un vacío y enfrentan la necesidad de encontrar una guía de trabajo. Difícil en sus comienzos, pues hay que encontrar las personas que nos ayuden, en este caso la Prof. De Mendoza, Elvira Búcolo, con generosidad nos dio importantes ideas.

Hemos podido trabajar casi veinte "cartes de visite" que integran nuestra colección. Estas fotos de pequeño tamaño se enviaban en la segunda mitad del siglo XIX a personas a quienes consideraban imprescindible darles a conocer su imagen y que es el antecedente de la tarjeta personal de presentación que usamos hoy.

Cada foto cuenta una historia y si uno le agrega otros elementos como: genealogía, postales, estampas, cartas, recortes de prensa referentes a la persona, la misma se verá enriquecida.

Uno puede observar si tiene una secuencia (como es nuestro caso) no sólo la imagen de la persona, sino las distintas clases sociales y el lugar que ocupaban los retratados en la escala social, modas, muebles y fotógrafos que actuaban en la época.

A pesar de que hoy tenemos el dinamismo y multiplicidad de medios, si sabemos observar bien una foto veremos que las mismas tienen un encanto especial, porque abren un abanico de investigaciones. Al atesorarlas y conservarlas convenientemente las rescatamos de una muerte segura, pues a las nuevas generaciones casi no les importan. No tienen en cuenta lo dicho por Armando Silva: "El álbum de familia habla de los orígenes. Nosotros mismos somos un álbum, convirtiéndose en conciencia visual de nuestra transitoriedad en el tiempo y por la vida".

Podemos saber de los fotógrafos de la época, de la importancia de los mismos, del primero que hubo en San Juan don Desiderio Aguiar, seguir la evolución de su negocio, por el sello de la casa. Con qué razón giró la casa de fotos de don Juan Pala, así tenemos fotos de sus tres momentos de vida profesional. Y otros no sólo de San Juan, sino del país y de Chile. Todos los fotógrafos que actuaron en la época tenían un gran conocimiento de lo que es la composición.

Al tener la secuencia de las familias Suárez, Varas, Lucero, Rodríguez, Dojorti, Várela Balmaceda, Várela Díaz, Cano, Balmaceda, todos de Jáchal de antaño, nos llevó al estudio de la genealogía y así trabajada cada foto de manera individual, nos dimos cuenta al final del trabajo que teníamos la secuencia de fotos de una misma familia, aunque con apellidos distintos, al perder las mujeres el uso de patronímico, cuando contraían matrimonio, sin embargo tenían un ascendiente común.

También debemos tener en cuenta las dedicatorias. Se pueden ver las modalidades de la época en las formas de trato personal. Son importantes las llamadas fotos con "ritos de paso": matrimonios, bautismos, comunión, funerales, carnaval, etcétera.

También hay fotos mutiladas, que era una práctica femenina vinculada con actos personales sobre personas no queridas. Hay fotos maquilladas, cuando el fotógrafo las retoca y las pinta.

En las mujeres se nota un gesto de virtud, una presencia recogida, a veces miraba a lontananza, como representado el papel de ellas en la formación de los hijos que eran el futuro. En la de los hombres se nota el signo de autoridad, representado por el padre de familia, sentado si está en grupo, ocupando el lugar central, serios y con la mirada puesta en el fotógrafo.

Cada vez que sacamos una foto debemos reconocer e identificar personas, lugares, fechas, y así las generaciones que vendrán podrán evocar el tiempo pasado en un presente continuo.