Dentro de las críticas que se le hacen a los informes sobre variables económicas que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), se encuentran las variaciones del índice de precios al consumidor, que surgen de relevamientos que el organismo efectúa en la Capital Federal y conurbano. Esta limitación no refleja la realidad del país en cuanto al comportamiento de los precios minoristas, más allá de la poca confiabilidad que desde los últimos años vienen reflejando los números oficiales. En tren de mejorar y garantizar la certeza de sus estadísticas, el organismo ha dado un giro sustancial al acordar con quince universidades nacionales la elaboración de un Índice de Precios al Consumidor Nacional y Urbano (IPCnu), que reemplazará al actual relevamiento porteño y de áreas bonaerenses.
El objetivo del índice nacional busca medir las variaciones no solo a nivel país, de Jujuy a Tierra del Fuego, sino también por regiones y en los diferentes sectores de la actividad económica y grupos sociales del territorio nacional. El nuevo IPCnu permitirá calcular, por ejemplo, tasas de evolución de precios específicos para grupos sociales como pensionados o los hogares de bajos ingresos y se podrá observar la evolución socioeconómica en distintos lugares del país, o las divergencias entre las áreas urbanas y rurales.
Como han destacado las autoridades del INDEC, disponer de un índice geográfico resulta importante porque los procesos de transformación de un país se dan a partir de lo que acontece en todas las jurisdicciones ya que son los mejores testimonios para conocer como evoluciona en general la macroeconomía. Será también una corrección oportuna para que las cifras del ente oficial recuperen la confianza.