El yoga es de los ejercicios más recomendados para ayudar a la salud, según los especialistas en el tema. El libro El yoga como medicina destaca que, con la práctica regular, los músculos se fortalecerán y podrás tonificar regiones como las piernas, glúteos, espalda y brazos. La fuerza aplicada en las posturas permite que los músculos trabajen y la masa muscular aumente. De este modo, el cuerpo estará más tonificado. 

Los beneficios del yoga pueden comenzar a sentirse desde el primer día de práctica, aunque los efectos a largo plazo se pueden notar con el tiempo y la constancia. El Yoga ofrece numerosos beneficios, como 5 beneficios principales destacamos el aumento de la capacidad pulmonar, reducción del estrés, fortalecimiento de los músculos y huesos, mejora de la flexibilidad y la postura de nuestro cuerpo, además de buscar el equilibrio del sistema nervioso.

El Yoga ofrece beneficios, como el aumento de la capacidad pulmonar, reducción del estrés, fortalecimiento de los músculos y huesos, mejora de la flexibilidad y la postura de nuestro cuerpo, además de buscar el equilibrio del sistema nervioso.

Deterioro neurológico

Si bien algunos estudios científicos no pudieron comprobar que la antigua práctica ralentice o prevenga la aparición del Alzheimer, sí pareció revertir algunas formas de deterioro neurológico, dijeron los investigadores.

“Para eso sirve el yoga: para reducir el estrés, para mejorar la salud del cerebro, el rendimiento de la memoria subjetiva, y para reducir la inflamación y mejorar la neuroplasticidad”, señaló la autora principal del estudio, la Dra. Helen Lavretsky quien es psiquiatra de la salud en el Instituto Jane y Terry Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano, parte de UCLA Health.

Los investigadores indicaron que, debido a que viven más tiempo y se ven afectadas por los cambios en los niveles de estrógeno a medida que envejecen, las mujeres tienen alrededor del doble de probabilidades de desarrollar Alzheimer en comparación con los hombres.

En el nuevo estudio participaron más de 60 mujeres a partir de los 50 años de edad. Todos eran pacientes de una clínica de cardiología de la UCLA y ya habían reportado problemas de memoria y factores de riesgo que indicaban un flujo sanguíneo cerebral más deficiente.

El equipo de Lavretsky dividió a las mujeres en dos grupos. Uno se unió a sesiones semanales de Kundalini yoga (centrándose en la meditación y el trabajo de respiración en lugar de las posturas físicas) durante 12 semanas; mientras que el otro tomó un entrenamiento de mejora de la memoria, donde se usan historias o listas para ayudar a aumentar los poderes de la memoria.

Los investigadores rastrearon la salud neurológica de cada mujer utilizando muestras de sangre que buscaron signos genéticos o moleculares de envejecimiento cerebral o inflamación (los cuales pueden fomentar el Alzheimer). Los participantes también fueron evaluados para detectar cambios en el pensamiento, la memoria subjetiva, la depresión y la ansiedad.

Cambios positivos

El yoga Kundalini pareció vincularse con cambios positivos que no experimentaron las mujeres que tomaron el entrenamiento de la memoria, dijo el grupo de Lavretsky.

“Estos incluyeron una mejora significativa en las quejas subjetivas de la memoria, la prevención en la disminución de la materia cerebral, el aumento de la conectividad en el hipocampo, que gestiona los recuerdos relacionados con el estrés, y la mejora en las citoquinas periféricas y la expresión génica de las moléculas antiinflamatorias y antienvejecimiento”, señaló un comunicado de prensa de UCLA Health. El entrenamiento de la memoria sí tuvo algún beneficio, anotó el equipo, en gran medida en términos de la memoria a largo plazo.

Ninguno de los dos grupos pareció experimentar mejoras en la ansiedad, la depresión, el estrés o la resiliencia, dijo Lavretsky, aunque eso podría deberse a que la mayoría de las mujeres reclutadas ya estaban mentalmente sanas. El estudio se publicó en una edición reciente de la revista Translational Psychiatry. Lavretsky cree que, para las mujeres mayores preocupadas por la resiliencia cerebral, combinar el yoga y el entrenamiento de la memoria podría ser el mejor camino a seguir.

“Idealmente, las personas deberían hacer ambas cosas, porque entrenan distintas partes del cerebro y tienen diferentes efectos generales en la salud”, dijo Lavretsky y agregó: “El yoga tiene este efecto neuroplásico antiinflamatorio, reductor del estrés y antienvejecimiento del cerebro que sería complementario al entrenamiento de la memoria”.

 

Por Ernie Mundell
HealthDay Reporters The New York Times
Fuente: UCLA Health