Por Orlando Navarro – Periodista
A raíz de los acuerdos a que ha llegado El gobierno nacional con la administración de Donald Trump, se ha despertado entre la oposición un fuerte operativo de degradación de lo que significa para Argentina, más que para su gobierno, que EEUU esté decidida a apoyar económicamente las políticas de Javier Milei. También cierta prensa especializada, que bautizó a Scott Bessent, Procurador del Tesoro del país del norte, como El ‘Virrey Bessent’’, intenta promover en la opinión pública, que ese apoyo significa poco menos que la resignación de nuestra soberanía. Como en los albores de la Patria, cuando se estaba bajo la tutela de la corona española.
Esta especie de sugerido coloniaje del siglo XXI, replica también en manifestaciones de Cristina Kirchner, sobre que la dicotomía, del ‘46, ‘Braden o Perón’’ se renovaba en este acuerdo. O en los cánticos de la muchachada de la década del ‘70, con la consigna ‘Patria o colonia’’, que precedieron a la etapa más oscura y sangrienta de nuestra República.
O sea, se trata de un enfoque que atrasa y promueve la confusión, solo con El afán de hacerle creer a la población, que tenemos un gobierno cipayo, dispuesto a entregar nuestra soberanía al ‘Gran Emperador del Norte’’.
Estimo que las recientes elecciones han dado por tierra con El argumento, porque la mayoría se manifestó por convalidar con su voto la conducción actual de los asuntos públicos. Eso refleja una gran madurez de la población, a la que ya no resulta fácil meterle ‘gato por liebre’’, en El desesperado intento por desacreditar como sea, la dirección que ha tomado la nueva administración libertaria.
El apoyo financiero
El anuncio del salvataje o auxilio, como quiera llamársele, del gobierno estadounidense, se produjo en un momento de alta volatilidad y logró principalmente, sostener El dólar entre las bandas dispuestas por El gobierno. De manera directa, ese sostenimiento impacta en que la inflación se mantenga alrededor del 2% mensual, y que por lo tanto El poder de compra de los argentinos se mantenga en niveles parejos. Normalidad que favorece sobre todo a las clases más vulnerables, que son las más afectadas por la escalada de los precios, común hasta El 2023.
Vamos a ser más puntuales en lo que realmente significa hoy ser una colonia. Y cuales son los factores que verdaderamente colonizan a una población, y que no vienen de afuera precisamente. En cambio, se originan aquí no más, producto de la incapacidad de nuestros propios dirigentes, o siendo éstos capaces y preparados, actúan entonces perversamente, asumiendo un falso papel de protección, que finalmente confunde y envilece El discernimiento de cada individuo. Esa especie de oscurantismo, engañoso, nubla su pensamiento y no le permite ‘darse cuenta’’ del sojuzgamiento encubierto al que se lo somete.
‘Camino de servidumbre’
Ese es El título de un libro que escribió El economista liberal, Friedrich von Hayek, en 1944. ¿Por qué motivo lo hizo? Hayek se dio cuenta que El mundo occidental estaba, en esos años, perdiendo El rumbo. El sistema económico basado en la libertad de los términos del intercambio, en El respeto a las garantías individuales, a la propiedad privada, entre otros, estaba a punto de colapsar. Algunas señales habían adelantado ese momento. La revolución rusa de 1917, la caída de las bolsas mundiales de 1929, El advenimiento del fascismo en Italia, y del nazismo en Alemania, eran poderosos indicadores de que lo que hizo grande al mundo, desde la revolución industrial, y El advenimiento del capitalismo, en adelante, iba camino a perecer. Y abandonar ese camino, conduciría a regímenes totalitarios, de economías dirigidas, de controles y cepos que no harían más que llevar a los pueblos, de vuelta, hacia la servidumbre propia de las monarquías y de los señores feudales, que pautaron El desarrollo de la humanidad hasta la Edad Media.
Socialismo del siglo XXI
Actualmente, en América Latina, El llamado socialismo del siglo XXI, con asiento en regímenes que amalgaman, peligrosamente, ideas de izquierda con El terrorismo y El narcotráfico, está prohijando líderes con un sesgo dictatorial inocultable. ¿Cómo se estaba acomodando nuestro país a esa nueva situación? Vimos en El gobierno anterior, dirigentes que parecían mirar con halago ese renacer de las teorías colectivistas. Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, incluso Irán, eran nuestros socios estratégicos. Mientras tanto aquí crecía la pobreza, la marginalidad, El retroceso marcado en la educación del ciudadano, que son El caldo de cultivo adecuado para abrir camino a la necesidad de un líder protector. De un Estado salvador que, sin importar de qué manera, le diera garantías de que se llegara, al menos, a fin de mes. En otras palabras, de un asistencialismo que le asegurase la manutención, aun a costa de su libertad. Y resignando otros valores como la educación.
Retroceso en educación, camino a la servidumbre
Tal vez El reconocimiento más acertado provino de una entrevista al anterior ministro de educación de la Nación. Dijo en su momento, que ‘debemos reconocer que hay alumnos de tercer grado que no saben leer y escribir’’. Por supuesto que la pandemia, en esos años, tuvo mucho que ver en ese retroceso, pero también provocaban no solo esa dificultad en alumnos de tercer grado, sino también en quienes van a abordar la enseñanza secundaria. Agravándose la situación en las deficiencias advertidas en los exámenes de ingreso a las universidades, donde se han reportaron profundas fallas en resolver ecuaciones matemáticas simples o para interpretar textos.
Ahí tenemos un inexorable camino de servidumbre para los nuevos ciudadanos, que tendrán serias dificultades en incorporarse al mundo del trabajo. El sostenido aumento de los planes sociales, es otro sendero de esclavitud. Permite, a lo mejor, cubrir ciertas necesidades básicas, pero se ha creado una legión de ciudadanos condenados a mendigar recursos, en lugar de ganarlos dignamente con su propio esfuerzo. Existe un núcleo de pobladores, que por una u otra razón quedan rezagados en la escala social y se los debe asistir, necesariamente. Pero en Argentina han crecido exponencialmente y entiendo que El mayor desafío para quienes sean gobierno desde 2023, es ir solucionando ese problema.
Cerrarnos al comercio internacional, poner cepos, minar El camino de la iniciativa privada con miles de obstáculos burocráticos, la emisión descontrolada de dinero sin respaldo, y la consecuente inflación, fueron también caminos de servidumbre.
No tenemos que volver ahí. Eso sería ser colonia, no este alineamiento con El gobierno estadounidense, que bien aprovechado puede solidificar El destino de la Patria, insertándonos virtuosamente en El mundo desarrollado, atrayendo inversiones y despertando las riquezas que aún duermen en este país tan generosamente dotado por la Naturaleza.

