Innumerables sitios emblemáticos forman parte de nuestra geografía, algunos de ellos en antaño supieron constituir puntos estratégicos en los pintorescos caminos sanjuaninos. Estos sitios forman parte de nuestra historia, y sus relictos contienen inestimables significados y como tales debemos resguardar. Uno de ellos, y que recuerdo porque mi padre siempre lo nombraba, es “El Balde” situado a la vera de la Ruta 40 que nos conduce al departamento de Jáchal. Desde antaño este punto era muy mencionado por historiadores, geógrafos, cronistas y viajeros. La muy consultada “Guía Geográfica Militar de la Provincia de San Juan”, escrita en 1902 por el Mayor Juan Moscarda explica al respecto: “Hay aquí agua proveniente de un pozo de balde, del cual toma su nombre este lugar. Tiene poco pasto enfardado y leña abundante. Este punto forma parte de la estancia de Tucunuco; de aquí se proveen los pasajeros del forraje que necesitan para sus cabalgaduras…”. Por otro lado la Señora Ursulina Cantoni, en su libro titulado “Federico Cantoni, hacedor del San Juan del Siglo XX”, transcribe varias líneas surgidas de la memoria de doña Graciela Cibeira de Cantoni, quien evocando su infancia y juventud expresa: “Al despuntar el alba, partíamos a la cuarta posta, EL Balde (…) Es una pequeña población curtida, primitiva, sufrida al máximo por la dureza de la zona, pero de una mansedumbre y calidez que contagiaban fe y cariño…”.

Otra referencia importante nos brinda la profesora Leonor Paredes de Scarso, en un escrito aparecido en este diario: “La tercera casa y la más ligada a nuestros sentimientos, es la del matrimonio de Cora Díaz López, nieta de Fco. Domingo Díaz de Oro, coronel del Ejército de la Confederación, quien hizo construir la posta del Balde de la Esperanza, levantar un censo y fue gobernador de San Juan…”. Este punto fue objeto de un homenaje en noviembre de 1968. En ocasión de celebrase la “Semana de la Tradición”, organizada por la Municipalidad del departamento norteño, se inauguró un monolito. Las crónicas periodísticas decían al respecto: “La ceremonia tuvo por escenario el paraje que en otrora ocupara la posta “Balde de la Esperanza”, a medio camino entre Jáchal y San Juan, declarando lugar histórico mediante decreto del Poder Ejecutivo de la provincia. El lugar es un símbolo de la tradición; precisamente allí se produjo una simbiosis de lo antiguo y lo moderno. Lo primero representado por elementos de lo que fue la vieja posta, y lo moderno por los instrumentos mediante los cuales se mide la humedad ambiental, pues la región es considerada la tercera zona más seca del mundo…”. En aquel emotivo acto usó de la palabra la entonces presidenta del centro de jachalleros, la nombrada Graciela Cibeira de Cantoni, formulando la importancia que tuvo el sitio en el pasado. Presentemente desconozco cuál es el estado de este paraje y la función que cumple, no obstante sería muy positivo -para conservar la memoria histórica- no sólo preservarlo, sino también divulgar al gran público la significatividad que tuvo, junto con otros tantos lugares que han quedado en el olvido.

Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia