Por Luis Eduardo Meglioli -Periodista
Sus 18 libros publicados en San Juan, Buenos Aires, Madrid, Moscú
bilingüe-, Leipzig y California, casi todos presentados en la Feria del Libro en Buenos Aires y posibles de visualizar en Google, hablan de un notable investigador argentino nacido en San Juan. Gabriel Eduardo Brizuela, Maestro Normal nacional, cursó sus estudios universitarios en el Profesorado en Historia de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) donde se inició como docente en 1973 hasta 2016 en forma ininterrumpida. Categorizado por la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria) desde 1995 hasta 2016, sus trabajos se centran en investigaciones bianuales luego trianuales- sobre la temática del uso de los medios audiovisuales para la enseñanza de la Historia. Pero en 1992 hubo un gran salto en la vida profesional de Brizuela cuando inició sus estudios de postgrado en la Academia de Ciencias de Rusia -Moscú- obteniendo su título de Doctor en Ciencias Históricas en 1994 con su tesis sobre el general José de San Martin y Domingo Faustino Sarmiento. A su vez, en 1997 logró el nivel Posdoctoral con su tesis “Viajes por Europa, África y América”, subrayándose que todos sus postgrados los realizó en forma privada sin financiación de la Universidad.
Una de las funciones en las que muchos lo hemos conocido por el trajín diario en una universidad es su trabajo como Bibliotecario universitario entre 1974 y 1987. Pero, además ganó varios cargos docentes por Concurso de antecedentes y oposición entre 1986 a 2016 y con la salvedad más que destacable de su asistencia perfecta durante todo el ejercicio de sus cargos docentes por 44 años en el Departamento de Historia de la UNSJ en las cátedras Historia Contemporánea e Historia de América III. Tambien fue docente en el extranjero, una incursión que se da con poca frecuencia entre profesionales argentinos y que implica adaptarse a nuevas culturas, otros idiomas y sistemas de trabajo, así como nuevas habilidades pedagógicas en distintos sistemas educativos. Todo un esfuerzo inusual, difícil, pero muy reconfortante para quien lo emprende, y Brizuela lo experimentó en la Universidad de Oxford entre 1997 y 2000. También ha sido jurado de Concursos a nivel nacional en varias provincias en el proceso de Normalización y años posteriores en un número aproximado de 65 concursos, y también dirigió tesis de grado, Maestría y Doctorado en San Juan, otras provincias y en el extranjero.
Otro de sus notables aportes a la Educación y la Cultura sanjuaninas lo concretó al crear las Bibliotecas portátiles en CD y Pendrive- especialmente para docentes recién egresados de la Bolsa de trabajo. Asimismo, fue Director del Área Publicaciones 1980-97, Director de Departamento Historia 1988-1990 -electo- y Secretario Administrativo Financiero 1990-92, en todos los casos en la misma Casa de altos estudios sanjuanina.
Actualmente, ya retirado, es Consultor de diversas universidades destacándose las de Oxford (“Jesús College”), Londres, en Inglaterra, y de UCA, Universidad de California. También ha desplegado su riqueza literaria en el periodismo en medios locales -impresos- y en páginas de Internet con un estimado de más de mil artículos científicos y de divulgación, entre 1977 y 2023, colaborando tambien con publicaciones en medios nacionales como La Nación, La Prensa y Caras y Caretas. En la actualidad solo en la página “Antiguo San Juan”.
El legado cultural dejado en vida por Eduardo Brizuela se desglosa en la donación completa, junto a su madre, Nené de Brizuela, de la biblioteca de su padre, el Dr. Leovino Eduardo Brizuela, entre 1992 y 1994, quien fuera notable decano de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA) de la UNSJ (el Aula Magna de esa Facultad lleva su nombre) y Académico Correspondiente por San Juan de la Academia Argentina de las Letras. Se trató de unos 25 mil ejemplares, con el mobiliario, más la colección de piezas líticas prehispánicas (objetos cotidianos, herramientas, armas de piedra realizadas por culturas antiguas). Y a todo ello se suma la donación de la propia biblioteca de Eduardo Brizuela en el año 2000, junto con material para la Sala de Audio y Video de la misma Facultad, todo documentado por expediente.
