Por Miriam Fonseca – Escritora

En el paraje el Rincón de Caucete, la historia de la capilla de la Virgen Niña sigue siendo un símbolo vivo. Todo comenzó en 1969, cuando María Emilia Quiroga, recordada por todos como ‘la madrina’’, aseguró haber tenido la visión de la Virgen María y asumió desde entonces la misión de construir un pequeño templo en su honor. Allí dedicó su vida entera: a la oración, a la ayuda solidaria, a la catequesis y a sostener un espacio que con los años se convirtió en punto de referencia espiritual para generaciones de cauceteros. Emilia, que nunca se casó, adoptó a tres niñas y junto a ellas levantó la capilla piedra por piedra, cuidando que la tradición no se perdiera.

Devoción en el gauchaje

Esa llama de fe no quedó detenida en el tiempo, sus actividades religiosas se mantienen gracias a una comisión de vecinos. Pero la continuidad de la Devoción encontró también un cauce nuevo en el mundo gaucho: la Agrupación Carlos Rocha, presidida por Rosa Montiveros. Ella tomó el legado espiritual de Emilia y lo proyectó hacia los más chicos. Fue Montiveros quien, junto con su agrupación, comenzó a organizar la ‘Cabalgata Infantil Virgen Niña’’, que cada octubre convoca a decenas de niños montados a caballo, vestidos con atuendos gauchos y acompañados por sus familias.

La iniciativa no solo honra la fe mariana, sino que enlaza la religiosidad popular con las tradiciones criollas, en un gesto de identidad profundamente caucetero.
No es casual que la agrupación esté adherida a la Federación Gaucha Sanjuanina, bajo la intervención de Andrés Lopez, que acompañó en todo momento a la Cabalgata. Esto amplía el alcance de esta celebración y le otorga un marco de pertenencia dentro del movimiento gaucho provincial.

Así, la Devoción, que nació de una aparición íntima en 1969, hoy se prolonga en rituales comunitarios que van desde las novenas y el rezo del rosario hasta la cabalgata de los niños, uniendo generaciones en torno a la fe y la tradición.

Entre fe religiosa y cultura gauchesca

Este año, la V Cabalgata Infantil a la Capilla de la Virgen Niña se llevó a cabo recientemente, con la participación de agrupaciones gauchas de toda la provincia que llegaron para compartir un verdadero abrazo entre fe y cultura. La cita de cada año promete ser en el futuro, no solo un homenaje a la Virgen Niña y al legado de María Emilia, sino también una fiesta de identidad que convoca a familias enteras en torno a la Devoción y las costumbres gauchas.

María Emilia y su legado

El legado de María Emilia Quiroga, fallecida en 2003, sigue respirando en cada misa de fin de mes, en cada sábado de celebración de la Palabra, en cada niño que cabalga hacia la capilla con pañuelo al cuello y bandera en mano. en un tiempo donde la memoria suele ser frágil, el Rincón demuestra que las raíces de la fe y de la cultura gaucha siguen firmes, entrelazadas, recordándonos que la identidad de un pueblo se construye cuando lo espiritual y lo comunitario se dan la mano.