Máquinas en desuso del Boletín Oficial e Imprenta del Estado.

El primer antecedente de una imprenta oficial en la provincia de San Juan hay que buscarlo en el comienzo de la Patria, durante el gobierno del erudito joven Salvador María del Carril (1823-1825), quien adquirió una imprenta con la que comenzaron a publicarse los decretos y leyes del estado naciendo el “Registro Oficial de la Provincia”. Pero habría que esperar hasta el 5 de septiembre de 1916 para que se formalizara en la estructura del gobierno el trabajo destinado a reproducir textos e imágenes sobre papel. Además de las citadas leyes del Estado y decretos, se agregaban “publicaciones legales para las personas en general (…) también balances de Tesorería del Estado, decretos y reglamentos, periódicos y comunicaciones oficiales”. Cien años más adelante, en 2017 y con motivo de la aprobación del Digesto Jurídico de San Juan, la Ley de la Imprenta tomó el número 96-A y expresaba en su artículo primero: “El Boletín Oficial e Imprenta del Estado, dependiente del ministerio de Finanzas, tendrá a su cargo la publicación y distribución del “Boletín Oficial” y la ejecución de los trabajos de artes gráficas destinados a las reparticiones de la Administración Pública Provincial Central y Descentralizadas, a las Municipalidades y a las entidades privadas autorizadas para ello”. Pero desde ese momento el alcance de la labor era mayor y más precisa, ya que se dividió en tres secciones, la Administrativa (Poder Ejecutivo y Legislativo), la Judicial y la Privada, que contiene las convocatorias y balances de sociedades anónimas, agrícolas, bancos, culturales y deportivas.

> Primera sede del Boletín

Por otra parte, la primera sede de la Imprenta y Boletín fue en Libertador San Martín y Sarmiento, siendo trasladada tras el terremoto de 1944 a un espacio existente junto a la tribuna popular del ex Estadio del Parque de Mayo. La actualización de su maquinaria y de los procesos de trabajo continuó el camino de las enormes evoluciones en la materia hasta llegar a Internet a través del sitio oficial del Gobierno, adaptándose sus espacios con ese motivo. Pero ante la desaparición del antiguo estadio para la ampliación del Parque de Mayo y la inauguración en 2011 de un nuevo coliseo, el “Bicentenario”, en el departamento Pocito, se buscó otro lugar para el Boletín Oficial e Imprenta, siendo trasladado a la calle Corrientes 1090 este, a 200 m. de la avenida Rawson. Allí se adaptaron los espacios para el trabajo digital en primer lugar, y aquellas máquinas que ya no eran utilizadas se decidió que pasarían a integrar un museo especial. Con ese proyecto propuesto por el ex director del Boletín Oficial e Imprenta del Estado, Eduardo Delgado (1999-2002), comenzó un largo camino de desencuentros y de abandono del antiguo patrimonio del citado organismo.

En medio de numerosas tramitaciones, la ex ministro de Turismo y Cultura, Claudia Grinszpan, comunicó por nota que habiendo tomado conocimiento por la Defensoría del Pueblo de la gestión para construir el Museo del Boletín Oficial o Museo Gráfico de San Juan, “como atracción cultural y en homenaje a hombres y mujeres que prestaron servicios allí”, envió una nota a la secretaría general de la Gobernación para “propiciar el tratamiento legislativo del proyecto”, sosteniendo que debía declararse primero como “Bien Mueble de Interés Cultural”, acorde con lo establecido en el artículo 4, inc. 1 de la ley provincial de Patrimonio Provincial Cultural N° 571-F”.

Al concluir el mandato anterior sin más avances, ahora, las nuevas autoridades de la provincia se ocuparían de la iniciativa de Delgado para concluir con esta larga petición de veinte años. De concretarse, como se espera, se evitará que continúe el abandono y la provincia podrá disponer de un nuevo y atractivo espacio cultural.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista