Rubén Valle – Especial para DIARIO de CUYO

La película ‘27 noches’’, recientemente estrenada en Netflix, pone sobre la mesa dos temas tan incómodos como sensibles: la vejez y la salud mental. Inspirada en la historia real de Natalia Kohen, una artista mendocina que a sus 86 años fue internada contra su voluntad en un neuropsiquiátrico, por gestión de sus propias hijas. Según ellas, la excéntrica anciana había perdido El juicio y ponía en riesgo su patrimonio económico debido a su generosidad con artistas y amantes ocasionales. Fueron veintisiete las noches que permaneció internada pese a que claramente ‘entendía todo’’.

Kohen, musa del film dirigido por Daniel Hendler, nació en 1919 y fue una reconocida artista plástica y escritora, con una fuerte impronta en El mundo cultural. A lo largo de su vida, ayudó a numerosos artistas y ofició de mecenas, aunque su familia no compartía ese modus operandi. Tomar ciertas decisiones a su edad era interpretado como una señal de desequilibrio mental. Sin embargo, la justicia determinó que no existía ningún diagnóstico que justificara su internación.
En este punto, El rol de villano recayó en El reconocido neurólogo Facundo Manes -actual diputado nacional-, quien firmó un diagnóstico de demencia frontotemporal, más precisamente la enfermedad de Pick, una patología neurodegenerativa poco común que destruye progresivamente las células nerviosas del cerebro. ‘Él (por Manes) no tenía ni idea de lo que me pasaba. Me estrujaron El cerebro’’, denunció Kohen.

El lugar de la vejez en la sociedad actual

El caso de Natalia -interpretada en la película por la brillante Marilú Marini- invita a reflexionar sobre El lugar de la vejez en una sociedad donde la longevidad crece a nivel global, con un aumento en la esperanza de vida saludable y una mayor proporción de personas mayores que tienen una presencia cada vez más activa. No obstante, deben enfrentar a diario El dañiño edadismo: esa forma de discriminación basada en la edad que la Organización Mundial de la Salud identifica como un problema grave, con consecuencias que incluyen El deterioro de la salud física y mental, e incluso la reducción de la esperanza de vida.

Impulso para la Ley de Salud Mental

Antes de llegar al cine, la historia de Kohen había sido narrada en El libro de Natalia Zito, y se convirtió en un parteaguas que impulsó a la actual Ley Nacional de Salud Mental (26.657). Sancionada en 2010 y reglamentada en 2013, promueve un modelo de atención comunitaria y la desinstitucionalización, con foco en los derechos humanos de las personas con padecimientos mentales. Y un punto clave: establece que nadie puede ser internado sin su consentimiento.
Gracias a una combinación de genética, actitud y suerte, Natalia vivió hasta los 103 años (falleció en 2022). la visibilización de su historia a través del cine reafirma que muchas personas mayores, lejos de haber perdido El juicio, nos enseñan cada día que ‘lo viejo (todavía) funciona’’.