­Es probable que el reciente cierre de más de una docena de conocidos restaurantes de Miami no sea solo una triste noticia para los amantes de la gastronomía, sino también una advertencia para toda la industria turística estadounidense. Nuevos estudios demuestran que los aumentos de precios de las visas de turismo a Estados Unidos dispuestos por el presidente Donald Trump, junto con otras medidas de su gobierno, ahuyentarán a millones de turistas extranjeros este año. Ya está sucediendo.

Según un nuevo estudio de la consultora Oxford Economics basado en datos oficiales del primer semestre del 2025, el turismo extranjero a Estados Unidos sufrirá una caída significativa: en lugar del aumento del 9% que estaba previsto, la empresa ahora proyecta una disminución del 8,2%.

El turismo procedente de Canadá, la principal fuente de visitantes extranjeros, se ha desplomado, según el estudio. Trump enfureció a muchos canadienses con sus declaraciones de que Canadá debería ser el estado número 51 de Estados Unidos, e imponiendo altos aranceles a los productos canadienses.

“El gobierno de Trump defiende estas medidas, pero los expertos dicen que harán más daño que otra cosa”.

Otro estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), una asociación de la industria, indicó que la caída en los viajes internacionales a Estados Unidos se produce a pesar de un aumento general del turismo a escala mundial.

“Mientras otros países extienden una alfombra de bienvenida a los turistas, el Gobierno de EE.UU. está poniendo el cartel de “cerrado”, dijo la presidenta del WTTC, Julia Simpson.

Entre otras medidas, el gobierno de Trump ha impuesto una nueva “tarifa de integridad de visa+ de US$250 para turistas, viajeros de negocios y estudiantes extranjeros a partir del 1 de octubre.

Esta nueva tarifa se suma a los costos de visa existentes, lo que llevará el costo total de una visa estándar de no inmigrante a más de US$420. O sea, una familia de cuatro que quiera viajar a Disney World deberá pagar casi US$1.700 para obtener sus visas, antes de comprar los pasajes de avión.

Gloria Guevara, expresidenta del WTTC y exsecretaria de Turismo de México, me dijo que los nuevos costos tendrán un impacto negativo en la industria turística estadounidense. “A la gente no le gusta pagar por visas. […] Prefieren invertir ese dinero en la vacación y disfrutar de su estadía”.

Puede que la alocada caída del turismo extranjero no se sienta de inmediato, porque muchos visitantes tienen visas de 10 años de duración para viajar a Estados Unidos. Pero cuando les toque renovar sus visas, muchos no lo harán, señaló Guevara. Y muchos nuevos viajeros elegirán otros destinos turísticos ya mismo, agregó.

Además de las nuevas tarifas, Estados Unidos también ha puesto en marcha un programa piloto de un año, desde el 20 de agosto, que requiere que los ciudadanos de algunos países paguen una fianza reembolsable de entre US$5.000 y US$15.000.

El gobierno de Trump defiende estas medidas como pasos necesarios para reducir la cantidad de turistas que se quedan en el país ilegalmente. Pero los expertos de la industria dicen que las nuevas restricciones harán más daño que otra cosa. Según el WTTC, la caída de turistas extranjeros a Estados Unidos resultará en una pérdida potencial de US$12.500 millones este año.

Por Andrés Oppenheimer
Columnista del Miami Herald