La guerra entre Rusia y Ucrania lleva más de tres años abierta y tuvo una característica excepcional: el combate con drones. Estos escalaron el conflicto a nuevos niveles de destrucción. Pero aunque se filtraron versiones sobre la intensión de retomar las negociaciones para poner fin a la guerra, una investigación reveló que el Kremlin utiliza a niños y adolescentes para diseñar y probar sus drones militares mediante videojuegos.
El estado ruso organizó una “extensa red de organizaciones respaldadas por el gobierno que ha creado un sofisticado sistema de videojuegos, clubes y competiciones diseñados para convertir a cientos de miles de estudiantes talentosos en ingenieros militares”, sostiene el artículo publicado en el medio The Insider (exiliado de Rusia) y replicado por The Guardian.
“Guarida del Oso”
Se trata de un plan militar de largo plazo escondido debajo de una popular plataforma de videojuegos llamada Berloga (“Guarida del Oso”) que recibe financiamiento directo del estado. En su página web se ofrecen diferentes videojuegos, en los que prima el “patriotismo” y una misma dicotomía: desarrollar nuevas técnicas de defensa.
En uno de los videojuegos más populares, un grupo de osos inteligentes tiene que defenderse y repeler los ataques de oleadas de abejas cibernéticas que buscan obtener una “miel energética”. Para contener al enemigo se utilizan drones a los que se les pueden incorporar mejoras que los hacen más efectivos. Pero, además, hay modos de juego en los que se enseña a pilotear vehículos aéreos no tripulados y a depositar cargamento en zonas precisas de un mapa.
Premios para los ganadores
Sin embargo, lo más llamativo surge de los incentivos que los jóvenes obtienen para adentrarse en estos videojuegos: puntos extras en los exámenes finales del secundario, prácticas en empresas colaboradoras, becas universitarias y la inclusión en programas de desarrollo militar.
Estos premios los ganan los jugadores más exitosos que alcanzan las finales de competiciones más avanzadas. El objetivo final es que los estudiantes con mayor potencial sean contratados por empresas rusas, “muchas de las cuales están sujetas a sanciones internacionales por su papel en la industria de defensa rusa” y en ocasiones ligadas al desarrollo armamentista del país.
“Vladimir Putin aprobó el lanzamiento de Berloga en 2022, y desde entonces el proyecto goza de un sólido apoyo administrativo”. “En la práctica, los estudiantes contribuyen a proyectos reales en empresas colaboradoras clave. Se prueban las tareas, se obtienen los resultados y, finalmente, se implementan”, explicó una de las fuentes que habló en confidencialidad con el medio ruso, The Insider.
Por The Guardian

