Por Orlando Navarro – Periodista
Es de suponer que le habrán dejado enseñanzas a Javier Milei las elecciones de este fin de semana, que le reportaron un aplastante e inesperado triunfo. La tarea más notoria que debe emprender, se inclina, entre otras, por el lado de tejer acuerdos, abrirse a los gobernadores, y dar cabida a dirigentes de probada capacidad y virtud, aunque provengan de otros partidos. Es decir, se le reclama que abandone sus actitudes agresivas y descalificadoras hacia opositores y cierto periodismo, y se ponga el traje de un estadista sabio y magnánimo en la victoria.
Peripecias experimentadas por Domingo F. Sarmiento
La historia enseña, y vamos a traer a colación las Peripecias experimentadas por Domingo Faustino Sarmiento, quien asumió su presidencia también sin estructura partidaria. El humilde objetivo es ilustrar al presidente, para que vaya en rescate las determinaciones que hubo de tomar el sanjuanino, para ir armando un esquema de poder que le facilitó progresar en la aplicación de sus ideas revolucionarias. Que contribuyeron a consolidar las bases de la incipiente Nación Argentina.
La frase atribuida a Sarmiento ‘provinciano en Buenos Aires, porteño en las provincias’’, resumió como pocas el eje estratégico de su brillante presidencia, entre 1868 y 1874, que estuvo signada por un contexto muy similar, sobre todo el que tiene que ver con que llegó sin gobernadores, y escaso poder en el Congreso.
En efecto, fue heredero de una Cámara Alta elegida íntegramente durante la presidenta de Bartolomé Mitre, a quien sucedió en el poder. Y ello fue el motivo de prolongados debates sobre temas importantes, como los que tenían que ver, por ejemplo, con el puerto de Buenos Aires, la política inmigratoria y el relativo a las becas para estudiantes de escasos recursos. Sesiones en las que finalmente ganó el mitrismo. Además de lidiar sobre los vetos de Sarmiento a la ley de intervención a las provincias y la fijación de la Capital de la República en el interior. Datos rescatados de la obra ‘Memorial de la Patria’’, conducida por el historiador, escritor y poeta, Félix Luna.
La relación con el poder
A Sarmiento le tocó ir acomodando paulatinamente la relación de poder, y en la obra citada se expresa que ‘el hombre de los improperios, los arrebatos coléricos y la sangre caliente, supo dominarse y obrar reflexivamente cuando se trataba de modificar las situaciones provinciales adversas’’. Atención con eso Milei.
‘Por ejemplo -continúa- en vísperas electorales de 1873, proporcionó a Santiago del Estero, su recalcitrante opositora, un préstamo de 120.000 pesos fuertes, equiparándola a San Juan, su provincia, que era la única de gozaba de tal privilegio’’. Señala también que a Catamarca, otra opositora, le financió la construcción del ramal ferroviario de Totoralejos a Chumbicha, que beneficiaba la salida de su producción del sur, y prometía ‘en un futuro próximo’’ vincular su capital con la red del Ferrocarril Central del Norte.
Indica también que a Santa Fe ‘le dio puerto y muelle y también puerto nuevo a Rosario. Limpió el cauce de los ríos Salado y Dulce y canalizó el río Santa Fe, para facilitar el movimiento de su producción a través del comercio de cabotaje.
Así, y con otras acciones que no referimos aquí por razones de brevedad, Sarmiento, sin partido propio, llegó a dominar en todo el país, doblegó completamente un congreso opositor y culminando con hacer aprobar a otro Congreso, las actas de elección para la sucesión de Nicolás Avellaneda, precisamente contra Mitre.
La historia enseña, para afirmar aciertos y no repetir errores. Una humilde convocatoria, para que el Presidente se encamine en la tarea de construir poder, pero no por el poder mismo sino para contribuir a lo que debe ser, otra vez, una gran Nación.
Cuando el Congreso era opositor al sanjuanino
Sarmiento tuvo un Congreso francamente opositor, y hubo de desarrollar una inteligente acción de convocatoria y convencimiento, con el propósito de ir ‘arrimando porotos’’ a su armado, y consolidarlo con astutas negociaciones provincia por provincia. Lo que le toca hacer a Milei ahora, luego del espaldarazo obtenido en las urnas el Domingo pasado. Que no le ha significado, vale decirlo, una especie de cheque en blanco, para acometer los dos años que le quedan de gobierno. Debemos convenir en que el discurso del Domingo, luego de la aplastante victoria, fue en este sentido bastante sensato, conciliador y con el objetivo de compartir la toma decisiones con aquellos sellos políticos con los cuales mantiene cierta identificación.
