La decisión de imponer un arancel mínimo del 10% a todas las importaciones -incluidas las provenientes de Argentina, Chile y Brasil, pese a la afinidad personal entre Trump y el presidente Javier Milei- evidencia que la política comercial norteamericana prioriza intereses domésticos por encima de vínculos ideológicos. Este golpe sorpresivo también alcanzó a otras economías emergentes y a diversas naciones en mayor o menor escala, lo que potencia la incertidumbre internacional.
Nuevas barreras comerciales
El anuncio de aranceles generalizados, con incrementos de hasta el 54% para productos chinos, supo poner en jaque a las cadenas globales de suministro. A las pocas horas, China respondió con aranceles del 34% sobre importaciones estadounidenses, reflejando un escenario de volatilidad que, parece, no acabará pronto. El impacto de esta nueva crisis no se hizo esperar: los mercados financieros reaccionaron con fuertes caídas y el nerviosismo se trasladó a sectores como el tecnológico, el energético y el minero, entre tantos.
En este contexto, los precios de referencia internacional para minerales como el litio y el cobre han mostrado una alta volatilidad, reflejándose esta baja también en las acciones de las empresas mineras -grandes y juniors-, donde el impacto se sintió por igual.
En paralelo, el oro ha consolidado una vez más su protagonismo como activo refugio por excelencia frente al temor creciente de una recesión global.
Argentina en posición clave
Argentina se encuentra en una posición estratégica frente a la posible reconfiguración del comercio global. Las restricciones entre potencias pueden abrir nuevas rutas de exportación para nuestro país, siempre y cuando se logre consolidar acuerdos bilaterales que aseguren previsibilidad, infraestructura logística y volumen competitivo.
La minería argentina, con fuertes inversiones canadienses, chinas y australianas, podría beneficiarse a mediano plazo si empresas internacionales buscan diversificar su cadena de suministros fuera de Asia o Estados Unidos. Sin embargo, para que esta oportunidad se traduzca en beneficios concretos, será clave que Argentina mantenga estabilidad macroeconómica, reglas claras y garantías jurídicas para la inversión extranjera. También será necesario evitar barreras internas que dificulten el desarrollo de los proyectos.
Por Panorama Minero

