El río San Juan está trayendo casi el doble de agua que para esta misma época durante el año pasado y la nieve acumulada en la cordillera, según indican las estaciones nivometeorológicas, está sobre los mismos niveles. A pesar de estos indicadores, en el Gobierno provincial son pesimistas en cuanto a que vaya a haber más cantidad de agua para riego y generación de energía que el año pasado. "Este ciclo viene como muy cercano a lo pronosticado por el Departamento de Hidráulica, es decir que estamos frente a otro año seco", dijo el secretario del Agua, Ramiro Cascón.

Según los aforos en el río San Juan, está trayendo un promedio diario de entre 26 a 27 m3/s. Incluso con picos de hasta 35 m3/s, como los registrados después de las últimas lluvias. El año pasado, para esta misma época, el río traía sobre los 15 m3/s. Según el funcionario, esos caudales "nos permiten especular con una mejor recuperación de reservas en los diques".

Hay que recordar que los 3 principales embalses que tiene la provincia hasta ahora, porque Tambolar está en construcción, son los diques Caracoles, Punta Negra y Ullum. Y terminaron la última temporada con niveles muy bajos, incluso por debajo de los rangos de seguridad, que pueden afectar la estabilidad de las presas.

Según los datos aportados por Hidráulica, el dique de Ullum está ahora a 752,13 msnm, Punta Negra en 921 msnm y en Caracoles hay 1.056,25 msnm.

Según explicó Cascón, por estos días se está recurriendo a rellenar Caracoles para que, cuando finalice la temporada de monda y se vuelva a volcar agua a los canales para el riego, vuelvan a generar Punta Negra y Ullum, con el agua que se está acumulando en el primero de los embalses.

En cuanto al porqué el río está trayendo más agua, el secretario explicó que lo que está sucediendo es que la nieve que había quedado acumulada y que no escurrió durante el verano, ahora está mejorando los niveles del río.

Aun así, el funcionario fue muy precavido en cuanto a lo que va a suceder en la próxima temporada. "Este ciclo viene como muy cercano a lo pronosticado por Hidráulica, en un volumen calculado para el final del período un poco arriba de los 900 hm3", dijo.

En ese sentido hay que hacer referencia a que en octubre del año pasado, el organismo del agua dio a conocer el pronóstico hídrico para el período octubre 2022- septiembre 2023, que preveía un volumen de agua medio en el río San Juan de 992,88 hm3, es decir, un 84,5% por encima de los 538 hm3 de escurrimiento con que finalizó el año hidrológico anterior. La cifra representaba un 56% de la media histórica que trajo el río, de 1.700 hm3, por lo que se adelantó en esa oportunidad que se iba a tratar de un año seco. Y es lo que está corroborando ahora el secretario del Agua de la provincia.

En esa oportunidad, las autoridades del organismo indicaron que iba a ser una temporada "de prueba", para poder conocer cómo se iban a comportar las distintas cuencas, y sobre todas las subterráneas de la alta cordillera, de las cuales no se tenían datos previos. Dijeron también que estaba asegurado el consumo humano y el riego, "con ciertos compromisos", y reiteraron que estaban pensando en hacer algunas restricciones en la distribución de riego antes de que avance la temporada. Y era porque preferían hacer cortes de agua en ese momento, cuando los cultivos tenían menos desarrollo y menos demanda de agua, con una menor temperatura ambiente.

 

Un informe de la universidad

Un informe del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) anticipó que este invierno será pobre en nevadas, por debajo de los promedios históricos, y que después llegarán fuertes vientos, un fenómeno que puede afectar al campo sanjuanino.

El geocientífico Silvio Pastore, que trabaja en ese departamento, explicó que para llegar a esas conclusiones se tuvieron en cuenta los últimos modelos de pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

"La interpretación que estamos realizando de estos informes para nuestra región, indicarían que a partir de fines del invierno, principios de la primavera de este año, se esperaría una alta inestabilidad atmosférica producto del aumento de la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, lo que podría impactar en el aumento de la cantidad y de la intensidad de los vientos", dijo Pastore. Y en cuanto a las nevadas, la mayor intensidad recién habría que esperarla para el próximo año.

Según el trabajo, el próximo ciclo hídrico 2023/2024 encontrará a la provincia con bajos valores de reservas en los embalses sobre el río San Juan, aumento de las temperaturas máximas y aumento de la extracción de agua de los acuíferos.