Caras largas hay en el sector ajero. Los precios internacionales que empezaron la temporada chatos, no levantaron cabeza y a contramano de lo que esperaban se hundieron más en marzo y ya acumulan en un año una baja que promedia el 33%. Los empresarios dicen que están trabajando ‘’a pérdida’’. Con este panorama y con bolsillos flacos, por séptima temporada consecutiva hablan de reducir la superficie sembrada, que en la última campaña llegó a 1.000 hectáreas, aunque aún hay dudas sobre el porcentaje exacto, según la Cámara de Ajeros de San Juan.
En la campaña pasada, sin descollar, los empresarios le sacaron jugo a las ventas, más allá de las reiteradas quejas sobre altos costos de producción y tipo de cambio desfavorable. En concreto, un año atrás la caja de 10 kilogramos se pagó en los principales mercados de Europa a 24 dólares, promedio, con contratos cerrados en 33 dólares para un calibre ‘7’. En cambio, este año el escenario fue otro. En diciembre, con el ajo recién cortado, los contratos empezaron a negociarse apenas por encima de los 20 dólares (U$S20,50, en el mejor de los casos), con la esperanza que el clima de negocios en tierras del viejo continente cambiara. Nada de eso pasó: los contratos se han cerrado en las últimas semanas por valores que no superan los 16 dólares, aunque la mayoría se firman entre 14,50 y 15 dólares.
‘’Es un año complicadísimo, estamos perdiendo plata porque Europa no demanda y el precio es bajo para nosotros en virtud de los altos costos que tenemos que afrontar. Además, los derechos de exportación nos suman una carga enorme para una industria muy compleja’’, contó Alfredo Figueroa, miembro de la Cámara de Ajeros de la provincia.
De todas maneras, hay un punto que oxigenó la ecuación de los ajeros y es que en los últimos 12 meses el tipo de cambio resultó bastante mas favorable para los exportadores. En marzo del 2013 por cada dólar que liquidaban les significaba 5,10 pesos y hoy por hoy es 7,92 pesos; un salto del 55%, aunque los costos de producción subieron, en especial en los últimos 45 días, subieron bien por encima del 40% en el último año. ‘’Si no tenemos plata no podemos sembrar y si los costos siguen subiendo todo se torna realmente cuesta arriba’’, explicó en voz baja uno de los popes del negocio ajero.

