Luego de la tormenta del lunes pasado, que arrasó cientos de hectáreas de vid en la provincia, principalmente en los departamentos de Albardón, Angaco y Ullum, el titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Guillermo García, mostró la preocupación por el impacto de este fenómeno climatológico en los viñedos pero fue más allá, al asegurar que la campaña que viene puede ser peor por la falta de agua.

"Sabemos que la situación será compleja para la próxima cosecha, por lo tanto existe una gran preocupación por lo que vendrá. Sucede que hemos estado utilizando las reservas para mantener esta cosecha y la baja en el caudal de nuestros diques -tanto en la provincia de Mendoza como en San Juan- es alarmante", expresó García en declaraciones que hizo ayer por la mañana en Radio Colón.

El dirigente vitícola agregó que "el problema va a ser en el 2012. El próximo año vamos a tener que esperar las buenas nevadas y una buena temperatura que acompañe, porque sino ahí estará el inconveniente".

En cuanto a los abatares de la presente vendimia, García dijo que "desde el 7 de noviembre que estamos viviendo en la zona una situación climática difícil y esto nos preocupa de sobre manera''.

Será clave hasta que comience la cosecha intensiva de uva, que el clima no afecte los parrales, porque de lo contrario se deberían replantear algunos aspectos, entre ellos el cupo de mosto, que se fijo en un 30% para esta temporada, pero si faltan uvas es muy posible que se reduzca.